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Porque baja la presion de la caldera

La presión de tu caldera baja y no sabes por qué. Descubre las causas más comunes, soluciones efectivas y consejos para evitar futuras averías.
La presión de una caldera es un factor clave para su correcto funcionamiento. Cuando la presión baja de forma inesperada, el sistema de calefacción puede perder eficiencia o incluso dejar de funcionar. Si alguna vez te has encontrado con este problema, sabrás lo frustrante que puede ser ver la aguja del manómetro caer sin entender qué lo está provocando.
Existen varias razones por las que esto puede suceder, desde una simple fuga hasta un fallo en componentes internos. Identificar la causa y aplicar la solución correcta es crucial para evitar averías costosas y garantizar un funcionamiento seguro y eficiente de la caldera.
En este artículo, exploramos las principales causas por las que baja la presión de la caldera, cómo solucionarlo y qué medidas puedes tomar para prevenir que vuelva a ocurrir.
¿Por qué es importante la presión en la caldera?
El sistema de calefacción de una vivienda depende de una presión estable para distribuir el agua caliente de manera eficiente. Si la presión es demasiado baja, la caldera no podrá hacer circular el agua por los radiadores ni generar agua caliente sanitaria de manera adecuada.
El manómetro de la caldera suele indicar la presión ideal en un rango entre 1 y 1,5 bares cuando está en frío. Si la presión desciende por debajo de este nivel, el sistema puede dejar de funcionar o encenderse con dificultad.
Cuando la presión baja de forma constante o recurrente, es señal de que algo no funciona bien. A continuación, analizamos las causas más comunes.
Porque baja la presion de la caldera: principales causas
Fugas de agua en el sistema de calefacción
Las fugas son una de las razones más frecuentes por las que una caldera pierde presión. Estas fugas pueden estar en las tuberías, en los radiadores o incluso dentro de la propia caldera. A veces, la fuga no es visible porque ocurre en zonas ocultas de la instalación.
Si la presión baja progresivamente sin motivo aparente, una inspección visual en busca de manchas de humedad o pequeñas acumulaciones de agua puede ayudarte a detectar el problema. En estos casos, es recomendable contactar con un técnico para localizar y reparar la fuga.
Aire en los radiadores
La acumulación de aire en el circuito de calefacción puede provocar que el agua no circule correctamente y reducir la presión del sistema. Esto ocurre porque el aire ocupa espacio dentro de las tuberías y los radiadores, dificultando la distribución del agua caliente.
Si notas que algunos radiadores no calientan uniformemente o hacen ruidos extraños, puede ser señal de que hay aire en el sistema. Para solucionarlo, es recomendable purgar los radiadores regularmente.
Problemas con el vaso de expansión
El vaso de expansión es un componente esencial de la caldera que se encarga de absorber los cambios de volumen del agua a medida que se calienta y enfría. Si este elemento falla, la caldera puede perder presión con frecuencia.
Un síntoma de un vaso de expansión defectuoso es que la presión sube demasiado cuando la caldera está en funcionamiento y baja drásticamente cuando se apaga. En este caso, un técnico cualificado deberá revisar y, si es necesario, reemplazar el vaso de expansión.
Fallo en la válvula de seguridad
Si la presión en la caldera ha sido excesivamente alta en algún momento, la válvula de seguridad podría haber liberado agua para evitar daños en el sistema. Una vez que la válvula se activa, puede que no cierre correctamente, lo que provocará una pérdida constante de agua y una reducción de la presión.
Si sospechas que la válvula de seguridad está defectuosa, es recomendable revisarla o sustituirla con la ayuda de un técnico especializado.
Pérdida de presión tras un mantenimiento o reparación
Después de una revisión o una reparación del sistema de calefacción, es normal que la presión de la caldera baje ligeramente. Esto suele ocurrir cuando el técnico purga los radiadores o drena parte del sistema para realizar el mantenimiento.
En estos casos, es suficiente con reponer el agua en la caldera hasta alcanzar la presión recomendada.
¿Cómo solucionar la pérdida de presión en la caldera?
Localizar y reparar fugas
Si sospechas que hay una fuga en la instalación, revisa cuidadosamente todas las tuberías y radiadores en busca de signos de humedad. Si la fuga no es evidente, un técnico puede realizar una prueba de presión para identificar el problema.
Purgar los radiadores
Si el problema es la acumulación de aire, purgar los radiadores puede ayudar a restaurar la presión. Para ello, apaga la caldera y usa la llave de purga en cada radiador hasta que deje de salir aire y comience a salir agua de manera continua.
Comprobar el vaso de expansión
Si la caldera pierde presión constantemente sin razón aparente, es recomendable que un técnico revise el vaso de expansión y ajuste su presión si es necesario.
Ajustar la presión de la caldera
Si la presión ha bajado después de un mantenimiento o purgado, es posible que solo necesites recargar agua en la caldera. Para ello, localiza la llave de llenado, ábrela lentamente y espera a que la presión suba hasta el rango recomendado (1-1,5 bares). Después, cierra la llave y revisa si la presión se mantiene estable.
Si la presión sigue bajando tras recargar agua, puede haber otro problema en el sistema.
Consejos para evitar que la presión de la caldera vuelva a bajar
El mantenimiento regular es la clave para evitar que la presión de la caldera siga bajando. Es recomendable revisar el sistema cada cierto tiempo para detectar posibles fugas antes de que causen problemas mayores.
Purgar los radiadores al inicio de cada temporada de calefacción ayuda a evitar la acumulación de aire en el sistema, manteniendo la presión estable. Además, si notas cambios en la presión de manera frecuente, lo mejor es contactar con un técnico antes de que el problema se agrave.
Si la caldera es antigua y pierde presión con frecuencia, podría ser el momento de considerar su reemplazo. Una caldera moderna y eficiente no solo evitará problemas de presión, sino que también reducirá el consumo energético y mejorará el confort en el hogar.
¿Qué hacer si la presión de la caldera sigue bajando?
Si después de aplicar estas soluciones la presión sigue cayendo, puede que haya un problema más grave en la instalación. En este caso, es mejor no seguir manipulando la caldera y contactar con un profesional cualificado para evitar daños mayores.
Un técnico podrá diagnosticar el problema con precisión y determinar si es necesario reparar o sustituir algún componente de la caldera. Actuar a tiempo puede evitar averías costosas y garantizar un sistema de calefacción eficiente y seguro.
Mantener la presión adecuada en la caldera no solo mejora su rendimiento, sino que también prolonga su vida útil y asegura el confort en el hogar. Estar atento a los primeros signos de pérdida de presión y realizar un mantenimiento adecuado puede ahorrarte problemas en el futuro.
🔎 Contenido Verificado ✔️
Este artículo ha sido elaborado basándose en información de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: BAUHAUS, MAPFRE, IRSAP, Casa de Calderas, Doca Clima.

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