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¿Por qué suenan las tuberías de desagüe?

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tuberías de desagüe

¿Ruidos extraños en tus tuberías? Descubre las causas ocultas y soluciones efectivas para eliminar esos molestos sonidos en tu hogar.

¿Alguna vez has escuchado un golpe seco, un gorgoteo inquietante o un burbujeo extraño proveniente de tus paredes o el fregadero? Tranquilo, no es una película de terror: es tu sistema de fontanería pidiendo ayuda.

Los ruidos en las tuberías de desagüe no solo son molestos, sino que a menudo son la pista clave de que algo no está funcionando como debería. Entender por qué suenan las tuberías de desagüe no solo te ahorrará disgustos, sino también averías y gastos mayores en el futuro.

Ruidos en las tuberías: 5 motivos principales

Las tuberías no están hechas para sonar. O, al menos, no de forma constante ni con ruidos extraños. Un leve susurro de agua al abrir el grifo es normal, pero si escuchas golpes, vibraciones, zumbidos o gorgoteos cuando no estás usando nada, es momento de prestar atención. Esos sonidos son como el lenguaje oculto del sistema de desagüe, y aprender a interpretarlos puede evitarte un buen susto… y una factura aún peor.

Alta presión de agua: cuando el caudal se convierte en un torbellino

Una de las causas más frecuentes de ruidos extraños en las tuberías es una presión del agua demasiado elevada. Cuando el agua circula a gran velocidad por conductos diseñados para un flujo más tranquilo, puede provocar vibraciones internas y golpes hidráulicos que se traducen en sonidos metálicos o zumbidos. Este fenómeno, conocido como “golpe de ariete”, se nota sobre todo al cerrar bruscamente un grifo o cuando la lavadora o el lavavajillas cortan el suministro de golpe.

Además de ser ruidoso, este problema puede deteriorar a largo plazo las conexiones internas del sistema de fontanería. Una presión estable y controlada es esencial para evitar que las tuberías se conviertan en instrumentos de percusión involuntarios.

Tuberías mal sujetas: la sinfonía del traqueteo

Cuando las tuberías no están bien fijadas a las paredes o al suelo, cada vez que pasa el agua, estas pueden moverse ligeramente, generando un traqueteo metálico o un golpeteo seco. Este sonido es muy característico y suele notarse especialmente en instalaciones antiguas, donde las abrazaderas se han aflojado con el tiempo, o en obras recientes donde no se han colocado correctamente los anclajes.

Además del ruido, las tuberías sueltas pueden provocar rozamientos innecesarios, pequeñas fugas o incluso roturas en puntos de unión. Si el sonido se intensifica al abrir grifos o tirar de la cadena, es muy probable que haya alguna tubería bailando dentro de la pared.

Obstrucciones parciales: el misterioso gorgoteo del fregadero

Uno de los sonidos más comunes —y también más inquietantes— es el gorgoteo que se produce al vaciar el lavabo, la ducha o el fregadero. Este ruido suele indicar que hay una acumulación de residuos dentro del tubo: cabello, restos de jabón, grasa o comida que no han sido arrastrados correctamente por el flujo del agua.

El resultado es un paso de agua dificultoso, con zonas de aire que burbujean al intentar escapar. El sonido que se escucha es la lucha del líquido por avanzar entre obstáculos invisibles. Cuanto más tiempo se ignore este síntoma, mayor es el riesgo de atasco total… y de tener que desmontar medio baño para solucionarlo.

Aire atrapado en el sistema: burbujas indeseadas en movimiento

Cuando hay aire en las tuberías de desagüe, el paso del agua se ve alterado. El aire intenta desplazarse por los mismos conductos, creando burbujeos, golpes secos y sonidos intermitentes. Este fenómeno puede deberse a cortes recientes en el suministro, reparaciones mal finalizadas o sistemas mal ventilados.

El aire atrapado no solo produce ruido. También puede crear presiones internas desiguales, forzando las juntas y generando un desgaste innecesario. Si los sonidos aparecen sobre todo después de una intervención en el sistema, es muy probable que haya aire intentando salir… sin éxito.

Mala ventilación de los desagües: cuando falta oxígeno y sobra ruido

Un sistema de fontanería bien diseñado necesita canales de ventilación que permitan la entrada y salida de aire para que el agua fluya correctamente. Cuando estas ventilaciones están obstruidas —por suciedad, nidos de pájaros, hojas o defectos de construcción— se crea un efecto de vacío parcial, y el agua al pasar arrastra consigo aire de forma forzada.

El resultado son ruidos parecidos a succión, burbujas que revientan o incluso gluglus constantes, especialmente en sanitarios que comparten tubo de evacuación. Además, una ventilación deficiente puede provocar el vaciado del sifón, y con ello la entrada de malos olores. En resumen: sin ventilación, el sistema pierde su equilibrio… y su silencio.

¿Cómo se pueden solucionar estos ruidos?

No todos los ruidos necesitan obras o reformas, pero todos merecen atención. En muchos casos, basta con un ajuste, una limpieza profunda o una revisión puntual, pero es fundamental identificar correctamente el origen del sonido.

Si el problema es la presión, puede instalarse un reductor de presión para evitar el golpeo constante. Cuando hay tuberías sueltas, lo ideal es fijarlas con nuevas abrazaderas o aislarlas con materiales acústicos. Para los atascos, conviene evitar productos químicos agresivos y optar por soluciones ecológicas o herramientas manuales. Y si el problema es la ventilación o el aire atrapado, es necesario revisar que los respiraderos estén libres y funcionando correctamente.

¿Cuándo conviene llamar a un profesional?

Aunque muchas soluciones pueden parecer sencillas, hay momentos en los que no se debe improvisar. Si los ruidos persisten pese a las acciones básicas, si se acompañan de olores desagradables, humedades o un flujo de agua irregular, es momento de recurrir a un fontanero certificado.

Un experto no solo puede identificar con rapidez el origen del ruido, sino que cuenta con herramientas de inspección no invasivas, como cámaras o sensores de presión, que permiten diagnosticar sin abrir paredes innecesariamente. Invertir en una revisión a tiempo puede ahorrarte una avería costosa mañana.

¿Se pueden prevenir los ruidos en las tuberías?

La buena noticia es que sí. La prevención en fontanería no es complicada. Basta con un poco de atención regular y hábitos saludables en el uso de los desagües. Evitar verter grasas o restos sólidos, limpiar los sifones periódicamente, comprobar que los aireadores no están obstruidos y mantener las salidas de ventilación despejadas son acciones sencillas que prolongan la vida útil de todo el sistema.

También es recomendable realizar una revisión anual del sistema de fontanería, sobre todo en viviendas antiguas o en comunidades de vecinos donde los problemas de un vecino pueden afectar al resto del edificio. Un pequeño chequeo ahora puede evitar un gran problema en el futuro.

Los sonidos del agua también cuentan historias (y hay que saber escucharlas)

Las tuberías de desagüe no deberían sonar, o al menos no de forma llamativa ni constante. Cuando lo hacen, están lanzando un mensaje claro: algo necesita atención. Escuchar ese mensaje, interpretarlo correctamente y actuar a tiempo es la clave para mantener un hogar funcional, silencioso y libre de sustos.

Comprender por qué suenan las tuberías de desagüe no es solo cuestión de curiosidad, es una forma práctica de cuidar tu vivienda, tu bolsillo y tu tranquilidad. Porque a veces, lo más sabio que puedes hacer en casa… es escuchar con atención incluso cuando no hay nadie hablando.


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