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Economía

¿Por qué partir del 2026 te quitarán 95 euros de tu nomina?

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te quitarán 95 euros de tu nomina

Desde 2026 la nómina baja por el MEI: 0,15% a cargo del trabajador, hasta 95€ al año. Claves, ejemplos y cómo afecta según salario y sector.

La respuesta es concreta y está fijada por ley: desde el 1 de enero de 2026 sube la cotización del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) y, con ella, el pequeño recorte en la nómina que ya venía aplicándose desde 2023. Ese año el MEI pasa del 0,80% al 0,90% sobre la base de cotización por contingencias comunes. De ese 0,90%, a la persona trabajadora le corresponde un 0,15% y a la empresa un 0,75%. Traducido a cifras, el impacto directo para el asalariado en 2026 será de hasta unos 95 euros al año en los sueldos más altos (los que cotizan en el entorno de la base máxima); en salarios medios y bajos, la cantidad será menor porque el cálculo es proporcional.

La conocida coletilla “boe 95 euros seguridad social” que circula estos días se refiere justo a eso: a la actualización oficial del porcentaje del MEI publicada en normativa vigente y al techo aproximado de lo que puede restar al bolsillo del trabajador en 2026. No es un impuesto nuevo, ni una retención del IRPF, ni una penalización por tramos; es una cotización finalista de la Seguridad Social que se destina a reforzar el fondo de pensiones y que no genera derecho adicional en la pensión futura individual. Quien más cotiza, más aporta en euros; quien menos, menos. Y las empresas asumen la mayor parte del coste.

Qué cambia en 2026: el ajuste que recorta la nómina

El MEI nació en 2023 con un porcentaje del 0,60% y un reparto 0,50 puntos a cargo de la empresa y 0,10 a cargo del trabajador. Sube una décima cada año: 0,70% en 2024, 0,80% en 2025, 0,90% en 2026, 1% en 2027, 1,10% en 2028 y 1,20% en 2029, quedándose en 1,20% entre 2030 y 2050 con la distribución 1 punto para empresa y 0,20 para trabajador. La senda está cerrada por ley y se aplica en todos los regímenes en los que se cotiza por jubilación.

Ese 0,90% se calcula sobre tu base de cotización mensual por contingencias comunes. Si la base es de 2.000 euros, el total del MEI será 18 euros/mes; de ellos, 3 euros corresponderán al trabajador (0,15% de 2.000) y 15 euros a la empresa (0,75%). Si la base es de 1.500 euros, la parte del trabajador baja a 2,25 euros al mes; con 3.000 euros, sube a 4,50 euros. En sueldos que ya topan con la base máxima, la aportación del trabajador rondará 7–8 euros al mes, que a lo largo de 12 pagas explican ese “hasta 95 euros al año” que está corriendo en titulares. El mecanismo es estrictamente proporcional y no depende del IRPF ni de deducciones autonómicas.

Conviene retener dos ideas operativas. Primero, el MEI siempre aparece como una línea de cotización en la nómina: es parte de las cuotas a la Seguridad Social, no del impuesto sobre la renta. Segundo, no forma parte de la base reguladora de prestaciones: es un ingreso finalista que alimenta el Fondo de Reserva (la “hucha de las pensiones”), blindado legalmente para que no pueda bonificarse, reducirse o exonerarse.

Cómo se calcula: porcentajes, bases y ejemplos reales

Para entender por qué la cifra baila entre pocos euros y “hasta 95 al año”, hay que bajar al detalle. La base de cotización por contingencias comunes suele coincidir con el salario bruto mensual, con límites mínimo y máximo fijados cada año en los Presupuestos y una trayectoria prevista de subidas graduales de la base máxima durante décadas. Si tu salario está por debajo del tope, el porcentaje se aplica sobre lo que realmente cobras; si lo supera, se aplica solo hasta el límite. Por eso el impacto en euros toca techo justo donde lo hace la base máxima.

Ejemplos orientativos a 2026 con 12 mensualidades (sin pagas prorrateadas) ilustran bien la lógica. 1.200 euros de base: el trabajador aporta 1,80 euros al mes; 2.000 euros: 3,00 euros; 2.500 euros: 3,75 euros; 3.000 euros: 4,50 euros; 4.000 euros: 6,00 euros. En la parte alta, quienes cotizan cerca del tope mensual previsto para 2026 (el límite sube cada año) rondarán 7–8 euros al mes de aportación personal, en torno a 90–95 euros en el conjunto del año.

Una precisión relevante: el grueso de la subida lo asume la empresa. En 2025 el reparto era 0,67 puntos la empresa y 0,13 el trabajador; en 2026 pasa a 0,75 y 0,15 respectivamente. Eso quiere decir que el salto de 2025 a 2026 añade dos centésimas a la parte del trabajador y ocho centésimas a la de la empresa. El efecto en nómina sobre la persona asalariada existe, pero es modesto en términos mensuales; el efecto acumulado en costes laborales, para la empresa, es mayor.

Impacto anual máximo y el famoso “hasta 95 euros”

¿Por qué se habla de 95 euros? Porque, con las bases que maneja el sistema, el 0,15% que paga el trabajador en 2026 aplicado durante todo el año a la base máxima arroja aproximadamente 90–95 euros. Es una cifra tope, no un estándar. Para un salario medio en España, la deducción anual tiende a moverse entre 35 y 60 euros. Para un salario bajo, puede quedarse en 20–30 euros al año. El titular es llamativo, sí, pero el mecanismo es aritmético y gradual; no hay saltos bruscos al cambiar de tramo salarial.

El calendario completo hasta 2029 (y después)

La senda legal prevista deja poco margen a la sorpresa: 0,90% en 2026, 1% en 2027, 1,10% en 2028 y 1,20% en 2029. A partir de 2030 y hasta 2050 se mantiene el 1,20% con el mismo reparto (1 punto empresa, 0,20 trabajador). Solo cambia, año a año, la base máxima, que el marco legal empuja al alza con una pauta adicional, y eso hace que el “tope real” en euros para la aportación del trabajador también crezca poco a poco.

No es un impuesto: para qué sirve el MEI y quién lo paga

El MEI no es un gravamen fiscal, sino una cotización finalista de la Seguridad Social. Su objetivo es rellenar el Fondo de Reserva durante los años en los que la llamada generación del baby boom va alcanzando la jubilación, con el fin de suavizar el gasto y sostener el sistema. La ley lo deja negro sobre blanco: no computa para prestaciones, no puede bonificarse o reducirse, y tiene un destino acotado. Es decir, no aumenta tu futura pensión individual, pero sí financia el conjunto del sistema para que pueda pagarlas.

¿Quién lo paga? Todas las personas asalariadas que cotizan por jubilación y sus empresas; las personas autónomas también lo abonan en su cuota, aplicando el porcentaje sobre su base (y en su caso lo asumen completo, sin reparto empresa-trabajador). Hay situaciones en las que no se aplica, por ejemplo cuando el trabajador continúa en activo tras la edad ordinaria y está exento de cotizar por contingencias comunes —en ese escenario, al no existir la cotización por jubilación, tampoco procede el MEI—. Son casuísticas minoritarias, pero reales.

Salarios altos: además del MEI llega la “cuota de solidaridad”

Desde 2025, a quienes superan la base máxima de cotización se les aplica una cuota de solidaridad sobre la parte del salario que excede ese límite. Es independiente del MEI y no genera prestaciones. Se establece en tres tramos sobre el exceso: en 2025 arrancó con tipos del 0,92%, 1% y 1,17% según el tramo; en 2026 sube a 1,15%, 1,25% y 1,46%, y continuará incrementándose de forma gradual hasta 2045. En la práctica, solo afecta a retribuciones altas y no cambia la cifra de “hasta 95 euros” que se cita para 2026 con el MEI, porque ese tope se refiere a la parte del trabajador del MEI sobre la base máxima, no a la solidaridad sobre los excesos. Son figuras distintas.

Aquí conviene un apunte: como la base máxima sube año tras año, tanto el límite a partir del cual se activa la cuota de solidaridad como el tope en euros del MEI variarán. La base máxima ya ha ido elevándose en 2024 y 2025, y seguirá subiendo con una pauta adicional anual; es parte del mismo paquete de reforma. De fondo, la foto es ésta: más ingresos por cotizaciones para reforzar el sistema en los próximos años.

Autónomos y empleo público: situaciones frecuentes y dudas resueltas

Las personas autónomas verán reflejado el MEI dentro de su cuota con la misma pauta: 0,90% en 2026, 1% en 2027, y así hasta 1,20%. Al no haber empresa, asumen el 100% del porcentaje. A la cuantía final contribuye la base elegida en el esquema de tramos por ingresos reales. En términos prácticos, un autónomo con base de 1.000 euros aportará 9 euros al mes de MEI en 2026; con una base de 1.500 euros, 13,50 euros. Es la misma mecánica proporcional que en el Régimen General.

En el empleo público la regla es idéntica: funcionario o personal laboral sujeto al Régimen General, mismo porcentaje y misma base. Solo cambia el nombre del pagador (la Administración pública) y la estructura de complementos propia de cada nómina. Donde sí aparece una excepción clara es en quienes, por prolongación voluntaria de la vida laboral, dejan de cotizar por contingencias comunes al superar la edad ordinaria y mantener la actividad (o en jubilación activa): en esos casos, al no existir cotización por jubilación, no procede el MEI.

Datos, nómina y lectura fina: cómo verás el MEI en el recibo

En el recibo de salarios de 2026, el MEI figura en el bloque de deducciones a la Seguridad Social. Suele aparecer como “MEI trabajador 0,15%” con el importe en euros correspondiente a tu base mensual; en el encabezado de cotizaciones de la empresa se ve el “MEI empresa 0,75%”. Si hay pagas extra prorrateadas, verás un importe algo mayor cada mes; si cobras 14 pagas, el MEI de las extras se liquida cuando se devengan. En ERTE o con bases de cotización parciales, el cálculo aplica sobre la base del período trabajado o protegido, sin peculiaridades adicionales.

Es habitual confundirlo con el IRPF. No lo es. El IRPF es un anticipo de impuestos que luego se regulariza en la declaración de la renta; el MEI es una cotización social que no se regulariza y no se puede deducir, bonificar o compensar en la declaración. Si te suben el tipo de retención por una mejora salarial o por ajustes del pagador, verás dos efectos simultáneos: más IRPF y un poco más de MEI porque sube tu base. Pero son canales distintos, con normativa distinta y destinos distintos.

El porqué de la medida y el debate que la rodea

El MEI sustituye al antiguo Factor de Sostenibilidad con otra lógica: pre-ahorrar durante el pico de jubilaciones y poder usar el Fondo de Reserva desde 2033 con topes anuales vinculados al PIB. Se trata de un mecanismo anticíclico dentro del sistema de reparto. Los defensores del esquema insisten en que reparte el esfuerzo entre empresas y trabajadores en las décadas de mayor tensión demográfica; los críticos subrayan que merma el salario neto y encarece costes laborales en un contexto de inflación pasada todavía reciente. Más allá del ruido, lo tangible para la persona asalariada es lo que ves en tu nómina: unos euros al mes de cotización adicional.

En paralelo, la reforma contempla el destope progresivo de la base máxima y la citada cuota de solidaridad para rentas altas. Ese triángulo —MEI, base máxima, solidaridad— sostiene el incremento de ingresos por cotizaciones a largo plazo. El sistema entra así en una fase de mayor contributividad total sin recortar las reglas básicas de revalorización de pensiones vigentes, al tiempo que difiere en el tiempo el uso del Fondo de Reserva.

Lo que conviene tener claro de cara a 2026

La idea clave, sin vueltas: en 2026 te descontarán un 0,15% de tu base de cotización por el MEI, que sumará hasta unos 95 euros al año si cotizas al límite superior del sistema. No hay escalones ocultos, ni pagos extra en enero, ni sorpresas por tramos fiscales. Sí habrá, como cada ejercicio, nuevas bases mínimas y máximas que fijan el techo y el suelo del cálculo y que, en el caso del máximo, empujan poco a poco al alza ese tope anual en euros. Quien tenga un salario medio verá varios euros al mes de ajuste; quien cotice en la parte baja, apenas céntimos al día. Las personas autónomas aplicarán el mismo porcentaje sobre su base y lo asumirán íntegro, sin reparto. Y si ya no cotizas por contingencias comunes por prolongación de la vida laboral tras la edad ordinaria, el MEI no se aplica.

Para quienes superan el tope de cotización, existe además la cuota de solidaridad sobre el exceso salarial, con tipos que en 2026 van del 1,15% al 1,46% según tramos. No sustituye ni duplica el MEI: se suma si proceden las dos. Por eso, en las rentas muy altas, el efecto conjunto puede notarse más en euros. Pero el eslogan “boe 95 euros seguridad socialno habla de la solidaridad: alude al techo anual aproximado de tu parte del MEI con las reglas de 2026. Son conceptos diferentes y conviene no mezclarlos.

Cuentas rápidas con salarios tipo

Quien cobre 1.500 euros brutos al mes verá un MEI trabajador de 2,25 euros/mes (27 al año). Con 2.200 euros, la cuenta sube a 3,30 euros/mes (algo menos de 40 al año). Con 3.200 euros, 4,80 euros/mes (cerca de 58 anuales). Quien esté en el entorno de la base máxima aportará unos 7–8 euros/mes, alcanzando el escalón de 90–95 euros/año.

La empresa, paralelamente, multiplica por cinco su parte respecto al trabajador en 2026. Y en 2027, 2028 y 2029 estas cifras se moverán un poco más al alza con los saltos de una décima anual ya previstos.

Dónde mirar y qué esperar en enero

Enero de 2026 traerá dos líneas de lectura: la subida del porcentaje del MEI a 0,90% y la actualización de bases en los Presupuestos. Si tu base se incrementa por convenio o por la subida de mínimos, el efecto combinado hará que el MEI en euros crezca ligeramente, aunque el porcentaje del trabajador sea el mismo 0,15%.

Si tus pagas extras no están prorrateadas, verás el MEI correspondiente cuando se devenguen. Y si tienes contratos a tiempo parcial, el cálculo opera sobre la base proporcional del tiempo trabajado. Es aritmética, sin sorpresas.

Cifras claras y reglas estables

Desde enero de 2026, todas las nóminas con cotización por jubilación incorporan un MEI del 0,90%, del que el trabajador aporta 0,15% y la empresa 0,75%. Para la persona asalariada, el efecto práctico se mueve entre unos euros al mes y hasta 95 euros al año en salarios que topan con la base máxima.

No es un impuesto, sí es una cotización social finalista, y su calendario de subidas está ya fijado: 1% en 2027, 1,10% en 2028 y 1,20% en 2029, porcentaje que se mantendrá hasta 2050, dentro de una reforma que también eleva gradualmente la base máxima y activa una cuota de solidaridad para los ingresos por encima del tope. Con esas reglas en mente, la lectura de la nómina en 2026 será menos confusa: el famoso titular “boe 95 euros seguridad social” es, en realidad, la forma rápida de decir que el MEI te descontará muy poco al mes y no más de unos 95 euros al año en el caso más alto.

Nota editorial: los ejemplos numéricos son estimaciones orientativas basadas en las reglas legales vigentes para 2026 y en el reparto empresa-trabajador del MEI. La cifra real de cada nómina dependerá de la base de cotización aplicable, del número de pagas, de si existen complementos y de la actualización anual de bases que apruebe el legislador.


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Este artículo se ha redactado con datos oficiales y contrastados. Fuentes consultadas: BOE (RDL 2/2023), Seguridad Social, La Moncloa, Ministerio de Inclusión.

Periodista con más de 20 años de experiencia, comprometido con la creación de contenidos de calidad y alto valor informativo. Su trabajo se basa en el rigor, la veracidad y el uso de fuentes siempre fiables y contrastadas.

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