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Salud

¿Por qué me sangran las encías?

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joven mujer con encias sangrientas

Además del dolor y de una sensación desagradable, tener las encías que sangran puede esconder algo más grave. Veamos juntos de que se trata.

El sangrado de encías es un problema que muchas personas experimentan en algún momento de su vida. Puede ocurrir ocasionalmente, por ejemplo, después de cepillarse los dientes con demasiada fuerza, o puede ser un síntoma recurrente que indica un problema más serio en la salud bucodental.

Si tus encías sangran con frecuencia, es importante no ignorarlo. Este síntoma puede estar relacionado con enfermedades periodontales, deficiencias nutricionales o incluso condiciones sistémicas como la diabetes. Conocer sus causas y tomar medidas adecuadas puede prevenir problemas más graves y garantizar la salud de tu boca.

Por que me sangran las encías: 7 motivos clave

Gingivitis: la inflamación inicial de las encías

La gingivitis es la causa más frecuente del sangrado de encías. Se produce cuando la placa bacteriana se acumula en la base de los dientes, causando inflamación en las encías. Como resultado, las encías pueden volverse rojizas, sensibles y sangrar con facilidad, especialmente al cepillarse los dientes o usar hilo dental.

Si la gingivitis no se trata a tiempo, puede evolucionar a una afección más grave llamada periodontitis, que afecta los tejidos y huesos que sostienen los dientes. Sin embargo, en su etapa inicial, la gingivitis es reversible con una buena higiene oral y visitas regulares al dentista.

Periodontitis: la enfermedad avanzada de las encías

Cuando la gingivitis no recibe tratamiento adecuado, las bacterias continúan acumulándose bajo la línea de las encías, provocando una inflamación más profunda conocida como periodontitis. Esta condición puede generar recesión de las encías, movilidad dental y, en casos graves, la pérdida de dientes.

El sangrado en personas con periodontitis suele ser más intenso y puede ocurrir incluso sin estímulos externos como el cepillado. También es común que las encías se retraigan, dejando expuesta más superficie del diente, lo que puede causar sensibilidad y dolor.

Cepillado agresivo y uso inadecuado del hilo dental

Aunque la higiene oral es clave para prevenir enfermedades en las encías, un cepillado demasiado fuerte o el uso incorrecto del hilo dental pueden causar irritación y sangrado.

Es recomendable utilizar un cepillo de cerdas suaves y aplicar movimientos suaves y circulares al cepillar los dientes. También es importante usar el hilo dental de manera cuidadosa, evitando movimientos bruscos que puedan lastimar las encías.

Cambios hormonales y su impacto en la salud de las encías

Las fluctuaciones hormonales pueden hacer que las encías sean más sensibles e inflamadas, lo que aumenta la probabilidad de sangrado y molestias. Estas alteraciones se producen con mayor frecuencia en determinadas etapas de la vida, en las que el cuerpo experimenta importantes variaciones en los niveles hormonales.

Durante el embarazo, muchas mujeres desarrollan lo que se conoce como gingivitis del embarazo, una inflamación de las encías provocada por el aumento en la producción de progesterona y estrógenos. Estas hormonas pueden intensificar la respuesta inflamatoria ante la acumulación de placa bacteriana, haciendo que las encías se vuelvan más propensas al enrojecimiento, la hinchazón y el sangrado, incluso con un cepillado suave.

En la pubertad, los cambios hormonales también pueden generar una mayor sensibilidad de las encías. El incremento de estrógenos y progesterona provoca un aumento en la circulación sanguínea en los tejidos gingivales, lo que los hace más vulnerables a la inflamación. Como resultado, las encías pueden sangrar con mayor facilidad ante la presencia de placa bacteriana o restos de alimentos.

Por otro lado, en la menopausia, la reducción en la producción de estrógenos afecta la salud bucal de diversas maneras. Una de las principales consecuencias es la disminución del flujo salival, lo que provoca sequedad bucal (xerostomía) y una mayor predisposición a infecciones y enfermedades periodontales. Además, las encías pueden volverse más delgadas y frágiles, aumentando el riesgo de sangrado.

A pesar de estos cambios hormonales, es posible mantener unas encías saludables con una buena higiene bucal y visitas regulares al dentista. Un cepillado adecuado, el uso de hilo dental y enjuagues bucales pueden ayudar a prevenir complicaciones y mantener el equilibrio de la microbiota oral.

mujer abriendo boca con sangre en encias

Deficiencia de vitaminas esenciales

Una alimentación equilibrada desempeña un papel clave en la salud de las encías. La falta de ciertos nutrientes esenciales puede debilitar los tejidos gingivales y aumentar el riesgo de inflamación y sangrado.

La vitamina C es fundamental para la producción de colágeno, una proteína esencial en la estructura y regeneración de las encías. Su deficiencia puede causar escorbuto, una enfermedad poco común en la actualidad, pero que se manifiesta con encías inflamadas, sangrantes y de aspecto esponjoso. Además, una ingesta inadecuada de esta vitamina puede debilitar el sistema inmunológico, favoreciendo infecciones bucales.

Otra vitamina esencial para la salud bucal es la vitamina K, cuya principal función es regular la coagulación sanguínea. Un déficit de esta vitamina puede hacer que las encías sangren con facilidad, incluso ante estímulos leves como el cepillado o el consumo de alimentos duros. Las personas con trastornos digestivos que afectan la absorción de nutrientes, como la enfermedad celíaca o la enfermedad de Crohn, pueden tener mayor riesgo de deficiencia de vitamina K.

Para fortalecer las encías y prevenir el sangrado, es recomendable seguir una dieta rica en frutas y verduras frescas, especialmente aquellas de hoja verde como la espinaca y el kale, así como alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos saludables.

Enfermedades sistémicas que pueden causar sangrado de encías

Más allá de factores locales como la placa bacteriana o la higiene deficiente, el sangrado de encías puede ser un síntoma de enfermedades sistémicas que afectan la coagulación sanguínea, la respuesta inmunitaria o la salud de los vasos sanguíneos.

La diabetes, por ejemplo, está estrechamente relacionada con la salud de las encías. Los niveles elevados de glucosa en sangre pueden favorecer la proliferación de bacterias en la boca, aumentando la inflamación gingival y el riesgo de enfermedad periodontal. Además, la diabetes puede retrasar la cicatrización de heridas, lo que dificulta la recuperación de las encías tras una lesión o una intervención dental.

Los trastornos hemorrágicos, como la hemofilia o la trombocitopenia, pueden hacer que las encías sangren con facilidad debido a una menor capacidad de coagulación. En estos casos, el sangrado no se limita a la boca, sino que también puede presentarse en otras partes del cuerpo, como en la piel en forma de hematomas o sangrados nasales frecuentes.

Otra condición a tener en cuenta es la leucemia, un tipo de cáncer que afecta la producción de células sanguíneas en la médula ósea. Uno de los síntomas iniciales puede ser la inflamación y el sangrado excesivo de las encías, acompañado de fatiga persistente, fiebre recurrente y la aparición de moretones sin causa aparente.

Si el sangrado de encías es recurrente y se acompaña de otros síntomas sistémicos, es recomendable acudir a un médico para realizar un diagnóstico preciso y descartar enfermedades subyacentes.

Uso de medicamentos que afectan la coagulación sanguínea

Algunos fármacos, como los anticoagulantes y antiplaquetarios, pueden aumentar la tendencia al sangrado, incluyendo el de las encías. Otros medicamentos, como ciertos tratamientos para la presión arterial o inmunosupresores, pueden causar hiperplasia gingival, una condición en la que las encías se inflaman y sangran con facilidad.

Si notas que el sangrado comenzó tras iniciar un nuevo tratamiento médico, consulta con tu médico o dentista para evaluar alternativas o estrategias de cuidado bucal.

Porque me sangran las encias cuando me cepillo los dientes

El sangrado de las encías durante el cepillado es una señal de alerta que no debe ignorarse. La causa más común es la gingivitis, una inflamación de las encías provocada por la acumulación de placa bacteriana en los dientes y la línea gingival. Esta placa, si no se elimina adecuadamente mediante una correcta higiene bucal, puede endurecerse y convertirse en sarro, agravando la irritación y el sangrado.

Además de la gingivitis, otros factores pueden contribuir al sangrado de las encías. Un cepillado demasiado vigoroso o el uso de un cepillo de cerdas duras pueden dañar el tejido gingival, provocando sangrado. Asimismo, el uso incorrecto o la falta de uso del hilo dental pueden permitir que la placa se acumule entre los dientes, causando inflamación y sangrado.

Es importante destacar que las encías sanas no deberían sangrar durante el cepillado. Si experimentas este síntoma de manera recurrente, es fundamental revisar tus hábitos de higiene bucal y consultar a un dentista para una evaluación adecuada. Una detección temprana y un tratamiento oportuno pueden prevenir complicaciones más serias, como la periodontitis, que puede llevar a la pérdida de dientes.

chica con dolor de encias

Cómo detener y prevenir el sangrado de encías

Mejorar la higiene bucodental para prevenir el sangrado de encías

Una correcta higiene oral es esencial para mantener encías saludables y prevenir el sangrado. Un buen cepillado, el uso de hilo dental y una limpieza profesional periódica son claves para evitar la acumulación de placa bacteriana y la inflamación gingival.

Es importante cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y utilizando una técnica adecuada que no irrite las encías. La limpieza debe complementarse con hilo dental diario, que ayuda a eliminar los restos de comida y la placa que se acumula entre los dientes, zonas donde el cepillo no alcanza con facilidad. Además, el uso de un enjuague bucal antibacteriano recomendado por el dentista puede reducir la presencia de bacterias y fortalecer los tejidos gingivales.

La importancia de acudir al dentista regularmente

Las visitas periódicas al dentista son fundamentales para detectar y tratar a tiempo cualquier signo de gingivitis o periodontitis. Muchas veces, el sangrado de encías es un síntoma temprano de una infección que, si no se atiende, puede derivar en problemas más graves como la pérdida de piezas dentales.

Las limpiezas dentales profesionales permiten eliminar el sarro acumulado en zonas de difícil acceso, reduciendo la inflamación y previniendo enfermedades periodontales.

Nutrición y salud de las encías

Una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales fortalece las encías y mejora su capacidad de regeneración. Consumir alimentos ricos en vitamina C y K, como cítricos, fresas, pimientos, espinacas y brócoli, ayuda a reforzar los tejidos y a mejorar la coagulación sanguínea, reduciendo la tendencia al sangrado.

Por otro lado, es recomendable evitar el exceso de azúcar y alimentos ultraprocesados, ya que favorecen el crecimiento de bacterias dañinas que pueden irritar las encías y debilitar el esmalte dental.

Evitar el tabaco y el alcohol para una mejor salud bucal

El tabaco y el alcohol tienen un impacto negativo en la salud de las encías. Fumar reduce la circulación sanguínea en los tejidos gingivales, dificultando su regeneración y aumentando el riesgo de infecciones.

Asimismo, el consumo excesivo de alcohol puede provocar sequedad bucal, facilitando la proliferación de bacterias. Reducir o eliminar estos hábitos no solo mejora la salud oral, sino que también contribuye al bienestar general.

Manejo de enfermedades subyacentes

Cuando el sangrado de encías está relacionado con enfermedades sistémicas como la diabetes o trastornos hemorrágicos, es crucial mantener la condición bajo control y seguir el tratamiento indicado por el médico.

La diabetes, por ejemplo, puede hacer que las encías sean más vulnerables a infecciones, por lo que controlar los niveles de glucosa en sangre es fundamental para prevenir complicaciones bucales. En casos de trastornos de coagulación, el seguimiento médico y una higiene bucodental cuidadosa pueden reducir el riesgo de sangrado excesivo.

Cuidar las encías para evitar complicaciones

El sangrado de encías es una señal de advertencia que no debe pasarse por alto. Puede deberse a una higiene oral inadecuada, deficiencias nutricionales o incluso enfermedades más serias.

Adoptar hábitos de cuidado bucal adecuados, mantener una alimentación equilibrada y acudir al dentista regularmente son claves para evitar problemas mayores y garantizar unas encías saludables.


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Este artículo ha sido elaborado basándose en información de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: Mayo ClinicMedlinePlusAmerican Dental Association.

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