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Cultura y sociedad

Porque las embarazadas no pueden comer jamon

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chica embarazada apoyada pared

¿Es seguro comer jamón en el embarazo? Conoce los riesgos de toxoplasmosis y listeriosis, y las alternativas seguras para disfrutarlo sin preocupaciones.

Durante el embarazo, la alimentación se convierte en un aspecto clave para la salud de la madre y el desarrollo del bebé. Es común que surjan dudas sobre qué alimentos están permitidos y cuáles deben evitarse. Uno de los alimentos que más controversia genera es el jamón, un producto ampliamente consumido, especialmente en países como España, donde forma parte de la dieta habitual. Sin embargo, las futuras mamás reciben la recomendación de no consumir jamón crudo durante el embarazo debido a ciertos riesgos asociados a la salud del feto.

La prohibición del jamón durante la gestación no es un simple capricho, sino una precaución basada en estudios médicos que han identificado riesgos infecciosos en productos cárnicos curados o mal manipulados. Aunque el jamón es un alimento rico en proteínas y nutrientes, el proceso de curación no siempre elimina completamente ciertos microorganismos, lo que podría representar un peligro para el embarazo. A lo largo de este artículo, exploraremos por qué el jamón está desaconsejado durante la gestación, cuáles son los riesgos reales y qué alternativas pueden disfrutar las embarazadas sin comprometer su salud.

¿Es cierto que el jamón está prohibido durante el embarazo?

La recomendación de evitar el jamón en el embarazo proviene de organismos de salud que advierten sobre los peligros del consumo de carnes crudas o poco procesadas durante la gestación. El problema principal radica en el posible contagio de infecciones que pueden transmitirse a través de la carne, como la toxoplasmosis o la listeriosis. Estas enfermedades, aunque en adultos pueden pasar desapercibidas o manifestarse de forma leve, en una embarazada pueden ser especialmente peligrosas debido a las posibles complicaciones para el bebé.

A pesar de esta advertencia, recientes estudios han demostrado que no todos los jamones representan el mismo nivel de riesgo. Algunos tipos de jamón, como el ibérico con una curación superior a 18 meses, han demostrado ser más seguros, ya que el proceso de curación prolongado reduce drásticamente la posibilidad de contaminación por parásitos o bacterias. Sin embargo, esta seguridad no está garantizada en todos los productos, por lo que sigue siendo recomendable optar por alternativas más seguras o extremar las precauciones antes de su consumo.

chica rubia embarazada come en la cama

Riesgos del jamón en el embarazo

Toxoplasmosis: la mayor preocupación

Uno de los principales motivos por los que se desaconseja el consumo de jamón en el embarazo es el riesgo de toxoplasmosis, una infección causada por el parásito Toxoplasma gondii. Este microorganismo puede encontrarse en carnes crudas o poco cocinadas y, si la madre lo contrae, puede transmitirse al feto a través de la placenta, causando complicaciones graves como problemas en el desarrollo cerebral, ceguera e incluso abortos espontáneos.

Las personas que han pasado por una infección de toxoplasmosis antes del embarazo desarrollan inmunidad, lo que significa que su organismo ya ha creado defensas contra este parásito. Para saber si una embarazada es inmune, se realiza un análisis de sangre al inicio de la gestación, conocido como prueba de toxoplasmosis. Si el resultado es positivo, significa que la mujer ya ha estado en contacto con el parásito en algún momento de su vida y no necesita preocuparse por volver a contagiarse. Sin embargo, si el resultado es negativo, se recomienda evitar completamente el consumo de carnes crudas, incluida la del jamón curado.

Listeriosis y otras bacterias peligrosas

Otro de los riesgos asociados al consumo de jamón en el embarazo es la listeriosis, una infección causada por la bacteria Listeria monocytogenes. Esta bacteria se encuentra en productos cárnicos, embutidos, pescados y productos lácteos no pasteurizados, y aunque en la mayoría de las personas no representa un peligro grave, en las embarazadas puede tener consecuencias devastadoras para el bebé, como partos prematuros, abortos o problemas en el desarrollo neurológico.

A diferencia de la toxoplasmosis, la listeriosis puede afectar a cualquier persona, independientemente de su historial inmunológico, por lo que se recomienda evitar alimentos de alto riesgo durante el embarazo. Además, la listeria tiene la particularidad de poder sobrevivir a bajas temperaturas, lo que significa que incluso los alimentos refrigerados pueden estar contaminados si no han sido manipulados correctamente.

¿Todos los tipos de jamón son peligrosos?

No todos los jamones representan el mismo riesgo. Existen diferencias entre los distintos tipos de jamón en función de su proceso de curación y manipulación. El jamón ibérico de bellota con un proceso de curación superior a 24 meses ha demostrado ser más seguro que el jamón serrano, ya que el tiempo prolongado de secado elimina en gran medida la presencia de parásitos. Sin embargo, no todos los jamones pasan por este proceso, por lo que sigue existiendo un margen de riesgo si se consume sin un tratamiento previo adecuado.

¿Pueden las embarazadas comer jamón cocido o curado?

Diferencias entre jamón serrano, ibérico y cocido

El jamón serrano y el jamón ibérico son productos curados, lo que significa que han pasado por un proceso de deshidratación y maduración sin ser sometidos a cocción. Este tipo de tratamiento no siempre es suficiente para eliminar ciertos microorganismos, lo que hace que sigan siendo considerados alimentos de riesgo durante el embarazo.

Por otro lado, el jamón cocido, también conocido como jamón york o fiambre de jamón, ha sido sometido a un proceso de cocción a altas temperaturas, eliminando bacterias y parásitos. Por esta razón, se considera una opción más segura para las embarazadas, ya que el calor destruye cualquier patógeno presente en la carne.

¿Congelar el jamón elimina el riesgo?

Una de las estrategias recomendadas para poder consumir jamón curado durante el embarazo es congelarlo a -20°C durante al menos 48 horas. Este proceso permite eliminar el Toxoplasma gondii, reduciendo el riesgo de toxoplasmosis. Sin embargo, esta medida no es efectiva contra la Listeria monocytogenes, por lo que no garantiza un riesgo cero. Además, no todos los congeladores domésticos alcanzan esta temperatura de forma constante, por lo que se recomienda verificar la capacidad de enfriamiento antes de optar por este método.

mujer embarazada come ensalada

Alternativas seguras para disfrutar del jamón en el embarazo

Opciones de embutidos sin riesgo

Para aquellas futuras mamás que no quieren renunciar al sabor del jamón, existen alternativas seguras como el jamón cocido, la pechuga de pavo o el lomo embuchado bien cocinado. Estos productos han sido tratados a altas temperaturas, eliminando cualquier microorganismo que pueda representar un riesgo para el embarazo.

Cómo preparar el jamón de forma segura

Si se decide consumir jamón curado, es fundamental asegurar que proviene de una fuente confiable y que ha pasado por un proceso de curación adecuado. Otra opción segura es calentar ligeramente el jamón antes de consumirlo, ya que el calor puede ayudar a eliminar posibles bacterias.

Precaución antes de consumir jamón en el embarazo

Aunque el jamón es un alimento nutritivo y delicioso, su consumo durante el embarazo debe ser moderado y siempre bajo precauciones. La toxoplasmosis y la listeriosis son infecciones que pueden representar un grave peligro para el bebé, por lo que es mejor evitar los productos de riesgo y optar por alternativas seguras.

En caso de duda, siempre es recomendable consultar con el médico antes de incluir un alimento en la dieta de la embarazada.


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Este artículo ha sido elaborado basándose en información de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: Mayo ClinicMedlinePlusNHSCDC.

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