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Ciencia

Porque el café relaja a las personas con TDAH

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chorro de leche en taza café

El café relaja a muchas personas con TDAH en lugar de estimularlas. ¿Por qué sucede esto? La ciencia explica su impacto en la dopamina y la concentración.

El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, famoso por su capacidad para aumentar la energía, mejorar la concentración y combatir el sueño. Sin embargo, en personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), su efecto puede ser sorprendentemente distinto. Mientras que en la mayoría de las personas la cafeína produce un estado de alerta y estimulación, en quienes padecen TDAH, a menudo genera una sensación de calma, enfoque y relajación.

Este fenómeno ha intrigado tanto a científicos como a quienes conviven con el TDAH, pues contradice la lógica común de que la cafeína es un excitante. ¿Cómo es posible que un estimulante tenga un efecto sedante en algunas personas? Para responder a esta pregunta, es necesario analizar cómo el TDAH afecta el cerebro y cómo la cafeína interactúa con los neurotransmisores que regulan la atención, la impulsividad y la hiperactividad.

El TDAH y la función cerebral: un desbalance en los neurotransmisores

El TDAH es un trastorno neurobiológico que afecta la capacidad de una persona para mantener la atención, regular los impulsos y controlar la hiperactividad. Se estima que afecta a entre el 5 y el 7% de los niños y entre el 2 y el 5% de los adultos a nivel mundial. A pesar de que suele asociarse con la infancia, el TDAH es una condición que puede persistir en la edad adulta, generando dificultades en la vida laboral, académica y social.

Uno de los hallazgos más relevantes en la investigación del TDAH es que está relacionado con una deficiencia en la producción y regulación de ciertos neurotransmisores clave, principalmente la dopamina y la norepinefrina. Estas sustancias químicas son esenciales para regular la atención, la motivación y el control de los impulsos. Cuando hay un déficit de dopamina en ciertas regiones del cerebro, como la corteza prefrontal, las personas con TDAH tienen dificultades para mantenerse enfocadas y pueden experimentar una constante necesidad de buscar estímulos externos para compensar este déficit.

La cafeína y su impacto en el cerebro: cómo afecta los niveles de dopamina

La cafeína es un psicoestimulante que actúa sobre el sistema nervioso central bloqueando los receptores de adenosina, una sustancia que promueve la relajación y el sueño. Al inhibir la acción de la adenosina, la cafeína aumenta la actividad de neurotransmisores excitatorios, como la dopamina y la norepinefrina.

En una persona sin TDAH, este aumento en la actividad dopaminérgica genera un estado de mayor alerta, energía y motivación. Sin embargo, en personas con TDAH, cuyo cerebro tiene un déficit de dopamina, el efecto puede ser diferente. En lugar de producir sobreestimulación, la cafeína puede ayudar a regular la dopamina, proporcionando una sensación de calma y claridad mental.

Este mecanismo es similar al de los medicamentos estimulantes utilizados para tratar el TDAH, como el metilfenidato (Ritalin) o las anfetaminas (Adderall), que también aumentan los niveles de dopamina en el cerebro. Por esta razón, algunas personas con TDAH han notado que el café les ayuda a concentrarse y a sentirse menos inquietas, de manera similar a como lo haría la medicación.

tazita de café de bar

Evidencia científica: estudios que analizan la relación entre cafeína y TDAH

Existen múltiples estudios que han intentado determinar si la cafeína puede ser un tratamiento alternativo o complementario para el TDAH. Algunas investigaciones han encontrado que el consumo moderado de cafeína puede mejorar la capacidad de atención, reducir la impulsividad y aumentar la función ejecutiva en personas con TDAH.

Un estudio realizado en modelos animales con TDAH mostró que la cafeína ayudaba a mejorar la concentración y la memoria de trabajo, lo que sugiere que podría tener beneficios similares en humanos. Otra investigación en adultos con TDAH encontró que dosis bajas a moderadas de cafeína mejoraban la capacidad de enfoque sin generar efectos secundarios adversos significativos.

Sin embargo, la evidencia en humanos sigue siendo limitada y no todos los estudios han mostrado resultados positivos. Algunos investigadores advierten que la cafeína no es un sustituto de los tratamientos farmacológicos estándar y que su efectividad varía dependiendo de la persona, la dosis y la forma de consumo.

Diferencias individuales: por qué no todos los pacientes con TDAH responden igual a la cafeína

Aunque muchas personas con TDAH experimentan sensación de calma y enfoque con el café, no todos reaccionan de la misma manera. El metabolismo de la cafeína, la sensibilidad a los estimulantes y la presencia de otros trastornos o factores individuales pueden influir en su efecto.

Algunas personas con TDAH pueden sentir una mejora en su capacidad de concentración, mientras que otras pueden experimentar síntomas como ansiedad, insomnio o taquicardia, especialmente si consumen cafeína en exceso. Además, la tolerancia a la cafeína puede desarrollarse con el tiempo, reduciendo sus efectos beneficiosos y aumentando el riesgo de dependencia.

Interacción entre la cafeína y la medicación para el TDAH: beneficios y riesgos

Uno de los aspectos más importantes a considerar es la posible interacción entre la cafeína y los medicamentos estimulantes para el TDAH. Dado que ambos actúan sobre el sistema dopaminérgico, su combinación puede potenciar tanto los efectos positivos como los secundarios.

Algunas personas encuentran que el café refuerza el efecto de su medicación, permitiéndoles mantener la concentración por más tiempo. Sin embargo, en otros casos, la combinación puede causar efectos no deseados, como aumento de la ansiedad, nerviosismo, alteraciones del sueño o aceleración del ritmo cardíaco.

Por esta razón, es fundamental que quienes toman medicación para el TDAH consulten con un profesional de la salud antes de incorporar la cafeína a su rutina diaria, para evaluar si su consumo es seguro y beneficioso en su caso particular.

chico y chica olor café

¿Puede la cafeína considerarse un tratamiento para el TDAH?

A pesar de que la cafeína puede ayudar a algunas personas con TDAH a mejorar su enfoque y reducir la hiperactividad, los expertos coinciden en que no es un tratamiento aprobado ni recomendado como alternativa a los medicamentos recetados.

Los estimulantes farmacológicos tienen una acción más potente y controlada en el cerebro, mientras que la cafeína es menos predecible en sus efectos y puede no ser suficiente para tratar los síntomas en muchos casos. Además, la falta de regulación en el consumo de cafeína hace que su uso como tratamiento sea más difícil de ajustar y supervisar.

Sin embargo, para quienes buscan opciones naturales o complementarias, el café podría ser un recurso útil en ciertas situaciones, siempre y cuando se consuma con moderación y bajo supervisión médica.

La cafeína y el TDAH, una relación compleja pero interesante

El hecho de que la cafeína pueda tener un efecto calmante en algunas personas con TDAH es un recordatorio de lo complejo que es el funcionamiento del cerebro y de cómo los mismos compuestos pueden afectar de manera diferente según las características individuales.

Si bien algunos estudios sugieren que la cafeína puede mejorar ciertos síntomas del TDAH, la evidencia aún no es concluyente y se necesitan más investigaciones para determinar su efectividad y seguridad a largo plazo. Cada persona es diferente, por lo que quienes padecen TDAH deben experimentar con precaución y consultar con un profesional de la salud antes de incorporar el café como parte de su estrategia de manejo del trastorno.

En última instancia, el café puede ser una herramienta útil para algunas personas con TDAH, pero no debe reemplazar los tratamientos médicos establecidos. Como en todo, la clave está en el equilibrio, el conocimiento y la personalización del enfoque terapéutico.


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Este artículo ha sido elaborado basándose en información de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: National Center for Biotechnology Information (NCBI), American Psychiatric Association, ScienceDirect, Mayo Clinic, New England Journal of Medicine.

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