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Porque el agua de la piscina se pone verde

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agua verde en una piscina

¿Tu piscina se ha vuelto verde? Descubre las causas ocultas y aprende soluciones efectivas para devolverle su claridad y brillo.

El agua verde en la piscina es uno de los problemas más frustrantes para quienes desean disfrutar de un baño refrescante. Abrir la cubierta y encontrarse con una piscina de color verdoso en lugar de agua cristalina puede generar preocupación y dudas sobre qué ha salido mal. Este fenómeno es mucho más común de lo que parece y puede deberse a múltiples factores, desde problemas con la filtración hasta desajustes en la química del agua.

El tono verdoso no solo afecta la estética de la piscina, sino que también puede ser un indicador de que el agua no es segura para el baño. Una piscina en esas condiciones puede albergar bacterias y microorganismos que representan un riesgo para la salud. Además, si no se trata a tiempo, el problema puede agravarse, volviendo la limpieza mucho más complicada y costosa.

Por qué el agua de la piscina se vuelve verde

Las algas: los principales responsables del agua verde

La causa más común del agua verde en una piscina es la proliferación de algas. Estas microplantas acuáticas están presentes en el ambiente y pueden llegar a la piscina a través del viento, la lluvia o incluso en el cuerpo de los bañistas. Cuando encuentran las condiciones adecuadas, se multiplican rápidamente, dando lugar al característico color verde del agua.

Para que las algas crezcan descontroladamente, deben existir factores que faciliten su desarrollo. La falta de cloro, un pH desajustado y una temperatura elevada pueden hacer que estas diminutas plantas se expandan en cuestión de días. Si el agua no recibe el tratamiento adecuado, las algas pueden adherirse a las paredes y el fondo de la piscina, formando una capa resbaladiza que las hace más difíciles de eliminar.

El cloro: el guardián del agua limpia

El cloro es el principal desinfectante de una piscina y su función es eliminar microorganismos como bacterias, hongos y algas. Si el nivel de cloro es insuficiente, el agua queda vulnerable a la proliferación de microorganismos que pueden convertirla en un caldo de cultivo para las algas.

Existen varias razones por las que el cloro puede volverse ineficaz. La exposición prolongada al sol hace que el cloro se degrade más rápido, especialmente si la piscina no cuenta con un estabilizador adecuado. Además, las lluvias intensas pueden diluir el cloro presente en el agua, reduciendo su capacidad desinfectante. También es posible que una carga orgánica excesiva, como hojas, insectos y residuos de cremas solares, consuma el cloro más rápido de lo normal, dejando la piscina desprotegida.

piscina con escalera con agua verde

El pH: un factor clave en la estabilidad del agua

El pH es otro elemento fundamental en el equilibrio químico de la piscina. Si el pH del agua está fuera del rango recomendado, el cloro pierde su efectividad, lo que facilita el crecimiento de algas y bacterias.

El nivel ideal del pH de la piscina debe estar entre 7,2 y 7,6. Si el pH es demasiado alto, el cloro se vuelve menos eficiente y se pueden formar depósitos de cal en las paredes y el fondo de la piscina. Si el pH es demasiado bajo, el agua puede volverse corrosiva, causando irritaciones en la piel y los ojos de los bañistas, además de dañar los componentes del sistema de filtración.

Un pH desajustado no solo afecta la claridad del agua, sino que también puede generar un aspecto turbio o lechoso, además del temido tono verdoso cuando las algas encuentran un ambiente propicio para su crecimiento.

El sistema de filtración: la clave para un agua limpia

El sistema de filtración es el encargado de mantener el agua en movimiento y eliminar las impurezas. Si la filtración no funciona correctamente, las partículas en suspensión pueden acumularse, favoreciendo la aparición de algas y otros microorganismos.

Un filtro sucio o saturado no puede retener eficazmente los residuos presentes en el agua, permitiendo que las algas y bacterias proliferen. Si la bomba de filtrado no funciona durante el tiempo suficiente cada día, el agua queda estancada y se convierte en el entorno perfecto para que las algas crezcan rápidamente.

Mantener el filtro limpio y asegurarse de que funcione el tiempo adecuado es fundamental para evitar problemas. En climas cálidos o durante la temporada de baño, el sistema de filtración debe estar en funcionamiento al menos 8 horas al día para garantizar una circulación óptima del agua.

Metales en el agua: cuando la química juega en contra

No todas las piscinas con agua verde tienen algas. En algunos casos, el color verdoso se debe a la presencia de metales en el agua, como el cobre o el hierro. Estos metales pueden proceder del agua de llenado, de tuberías corroídas o del uso de ciertos productos químicos.

Cuando el cloro entra en contacto con metales disueltos en el agua, se produce una reacción química que tiñe el agua de verde, a pesar de que en apariencia siga siendo transparente. Este fenómeno es más común en piscinas que utilizan agua de pozo o en zonas con alta concentración de minerales en el suministro de agua.

Para determinar si la causa del agua verde es la presencia de metales y no las algas, se pueden realizar pruebas químicas específicas. Si el problema es causado por metales, será necesario utilizar secuestrantes de metales para eliminarlos y evitar que vuelvan a reaccionar con el cloro.

joven sentado con pie en piscina

Cómo solucionar el problema del agua verde en la piscina

El tratamiento del agua verde dependerá de la causa subyacente. En la mayoría de los casos, la solución pasa por ajustar los niveles de cloro y pH, realizar una limpieza a fondo y mejorar la filtración.

Si la causa es la proliferación de algas, lo primero que se debe hacer es aplicar un tratamiento de choque con cloro para eliminar los microorganismos presentes en el agua. Posteriormente, es recomendable cepillar las paredes y el suelo de la piscina para eliminar cualquier residuo de algas adheridas.

Si el problema es la acumulación de residuos o una filtración ineficaz, será necesario limpiar el filtro a fondo y asegurarse de que funcione el tiempo suficiente para mantener el agua en circulación.

En casos de presencia de metales, se deben utilizar productos secuestrantes para eliminarlos y evitar que vuelvan a reaccionar con el cloro.

Mantener la piscina limpia es más fácil con prevención

El agua verde en la piscina es un problema común, pero con una rutina adecuada de mantenimiento, filtración y control químico, se puede prevenir fácilmente. Mantener el cloro en niveles adecuados, ajustar el pH de forma regular y asegurarse de que el sistema de filtración funcione correctamente son las claves para disfrutar de una piscina limpia y segura durante toda la temporada.

La prevención siempre será la mejor estrategia. Evitar que el agua se vuelva verde es mucho más sencillo y económico que tratarla una vez que el problema ya está presente. Con los cuidados adecuados, tu piscina estará siempre lista para un baño refrescante sin sorpresas desagradables.


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Este artículo ha sido elaborado basándose en información de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: Grupo PoolplusOrenda TechnologiesManoManoLo-Chlor.

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