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Cuanto cuesta asegurar a una empleada de hogar 4 horas​

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una joven empleada de hogar

Calcula coste real de asegurar 4 horas de empleo de hogar en 2025: salario, cuotas y bonificaciones explicadas con números claros y ejemplos.

Si el trabajo es por horas y se respeta el salario mínimo vigente, dar de alta cuatro horas a la semana en 2025 sale, de media, en unos 226,19 € al mes para el hogar empleador. Dentro de esa cifra, el salario bruto mensual se mueve alrededor de 160,51 € (al incluir la parte proporcional de vacaciones y pagas), mientras que las cotizaciones empresariales rondan 65,68 €. Con contrato indefinido, las deducciones de Seguridad Social de la trabajadora dejan un neto cercano a 141,62 €. A efectos prácticos, ese es el gasto total mensual de “asegurar” cuatro horas semanales: sueldo en regla y cuotas ingresadas.

Cuando se habla de cuatro horas al día laborable —en torno a 20 horas semanales—, el retrato cambia por completo: el salario bruto sube a 802,53 € y la cuota empresarial escala hasta 168,87 €. El coste total para el empleador se sitúa así cerca de 971,40 € al mes. No es un salto caprichoso: el sistema utiliza tramos de retribución con bases de cotización asociadas; al moverse de tramo, crece la base y, con ella, la suma de cuotas. La consecuencia es conocida en el empleo doméstico: el precio por hora parece similar, pero el “asegurar” cambia de liga en cuanto se multiplican las horas mensuales.

De qué se compone el gasto: salario, base y tipos

El coste de asegurar a una empleada de hogar 4 horas descansa en tres pilares: salario por hora, tramo y base de cotización y tipos aplicables (incluidas reducciones y bonificaciones). Entenderlos evita errores, sobre todo cuando se contrata por pocas horas y la base mínima “empuja” por encima del sueldo.

Salario por hora vigente en empleo doméstico

Para 2025 el precio/hora legal para personal de hogar que cobra por horas se sitúa en 9,26 €, con vacaciones y pagas extra prorrateadas. Es la referencia que figura en nóminas y contratos por horas, la que se utiliza en simuladores oficiales y la que permite comparar casos reales sin ajustes de fin de contrato. Con cuatro horas a la semana, el cálculo de salario es directo: horas semanales × 52 / 12 × 9,26 €. El resultado: 160,51 € brutos al mes.

Ese precio/hora ya incorpora la remuneración de vacaciones y la parte proporcional de pagas extraordinarias. Por eso conviene desterrar una falsa creencia todavía frecuente: pagar “8,50 € y luego ya vemos las vacaciones” no casa con la norma. Si se pacta un salario mensual en lugar de precio por hora, el importe debe respetar, como mínimo, el SMI proporcional a la jornada mensual. Nada de márgenes dudosos.

Tramos y base de cotización: el detalle que mueve la aguja

En el Sistema Especial de Empleados de Hogar no se cotiza “por lo que cobro sin más”, sino por una base asignada según la retribución mensual pactada. La orden anual de cotización establece ocho tramos. Para cuatro horas semanales pagadas al mínimo, la retribución entra en el tramo 1, cuya base de cotización es 296 €. Si el trabajo es de 20 horas semanales, la retribución salta a tramo 4, con base 761 €. Ese salto de base explica —más que el salario— el gran diferencial de coste entre el caso de 4 horas semanales y el de 4 horas al día.

Esta arquitectura por tramos cumple una función clara: asegurar que, incluso con pocas horas, la persona empleada cotiza por una base mínima suficiente para garantizar cobertura. Por eso se dan paradojas aparentes como cobrar 160,51 € y cotizar por 296 €: no es un peaje; es protección.

Tipos de cotización en 2025: lo que paga cada parte

Una vez fijada la base, se aplican los tipos. En 2025, las contingencias comunes suman 28,30% de la base: 23,60% a cargo del empleador y 4,70% a cargo de la persona trabajadora. A esa columna se añade el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) del 0,80% (repartido 0,67% empresa y 0,13% trabajadora). También se cotiza por desempleo con dos tipos: 7,05% si el contrato es indefinido (5,50% empresa y 1,55% trabajadora) y 8,30% si es temporal. El FOGASA aporta 0,20% exclusivamente a cargo del empleador. Y por contingencias profesionales (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) rige la tarifa de primas; para la actividad de hogares empleadores (CNAE 97), el tipo total habitual es 1,50%, a cargo del empleador.

En paralelo, funcionan dos incentivos automáticos que aligeran la factura empresarial: reducción del 20% en la aportación de contingencias comunes y bonificación del 80% en desempleo y FOGASA. Se aplican por defecto si el empleador está al corriente con la Seguridad Social y Hacienda. Esa combinación explica que, pese a los porcentajes, la cuota final de la parte empleadora en el escenario de cuatro horas semanales baje a 65,68 €.

Números redondos en los dos escenarios más habituales

Para aterrizarlo, conviene poner los dos casos tipo sobre la mesa y ver la fotografía de principio a fin, nómina y cuotas incluidas.

Cuatro horas a la semana (precio/hora legal). La retribución mensual de referencia es 160,51 €. La base de cotización del tramo 1 es 296 €. Con tipos y bonificaciones de 2025, la parte empresarial se compone, de forma aproximada, de 55,88 € por contingencias comunes tras la reducción del 20%; 1,98 € por MEI; 4,44 € por contingencias profesionales; 3,26 € por desempleo tras aplicar la bonificación del 80%; y 0,12 € por FOGASA bonificado: 65,68 € en total. La parte de la trabajadora suma 18,88 € (4,70% de contingencias comunes + 0,13% de MEI + 1,55% de desempleo). El salario neto resultante se queda en torno a 141,62 €. El coste total para el empleador: 226,19 €.

Cuatro horas al día, cinco días por semana (unos 20 h/semana). El salario bruto asciende a 802,53 € al mes y la base de cotización del tramo 4 es 761 €. La cuota empresarial se eleva hasta 168,87 € y las deducciones de la trabajadora rondan 48,55 €. El coste total para el empleador queda cerca de 971,40 €. Mismo mecanismo, otra base. Así de sencillo.

¿Contrato indefinido o temporal? Lo que cambia en la factura

El empleo de hogar admite temporalidad, aunque el contrato indefinido es la opción preferente. ¿En qué se traduce? En el tipo de desempleo: 7,05% con indefinido; 8,30% con temporal. La diferencia no se nota tanto en el bolsillo del empleador porque su aportación de desempleo está bonificada al 80%, pero existe. En tramos bajos la variación es unos céntimos; en jornadas parciales amplias, algunos euros al mes. El resto de conceptos permanece igual: contingencias comunes, profesionales, MEI y FOGASA se aplican sin cambios.

Familias numerosas y otras bonificaciones

Sigue vigente el beneficio del 45% en contingencias comunes para familias numerosas, con requisitos y tramitación específicos. No es acumulable al 20% general, de modo que se aplica uno u otro, el más favorable, pero sí convive con la bonificación del 80% en desempleo y FOGASA. En los supuestos que encajan en ese régimen, la cuota empresarial baja de forma notable. La condición estrella, que conviene recordar, es estar al corriente con Seguridad Social y Hacienda.

Variaciones realistas: cuando el coste se mueve

El coste de asegurar a una empleada de hogar 4 horas se puede mover por razones muy concretas. Un repaso pausado a las más comunes ayuda a encajar expectativas con la realidad de cada casa.

Pagar por encima del mínimo. Es frecuente. Si el precio por hora sube a, por ejemplo, 10,50 €, la retribución mensual crece y puede mantenerse dentro del tramo 1 en cuatro horas semanales o saltar de tramo si hablamos de más horas. El efecto es doble: sube el sueldo y podría subir la base; por tanto, las cuotas. El incremento del coste no es lineal con el salario porque la base manda.

Subidas de horas a mitad de mes. Si se pasa de cuatro a seis horas semanales, la retribución mensual salta a 240,77 € con el mínimo legal; sigue encajada en tramo 1 (base 296 €), de modo que el sueldo sube, pero la base y la cuota empresarial apenas cambian. El salto “grande” llega cuando la retribución pisa el siguiente tramo. En la franja de 8 a 12 horas semanales suele mantenerse aún la base de tramo 1 con salario mínimo por hora, hasta que la suma mensual supera el umbral.

Dos empleadores, pocas horas con cada uno. Ocurre en limpieza por horas: lunes y miércoles en una casa, viernes en otra. Cada empleador cotiza por su relación y aplica el tramo correspondiente a su retribución mensual. No se “suman” relaciones para buscar un tramo conjunto. Una misma trabajadora puede cotizar por dos bases distintas en el mismo mes, según cada hogar. Desde el punto de vista de protección, al final se acumulan bases de cara a prestaciones.

SMI actualizado durante el año. Cuando cambia el salario mínimo, hay que ajustar el precio por hora y, si la retribución mensual resultante cruza de tramo, actualizar la base. El impacto en el coste mensual en cuatro horas semanales suele ser contenido, pero existe. En jornadas de 20 horas, el efecto de arrastre en cuotas sí se nota más.

Pagas extra no prorrateadas. En el empleo por horas, lo habitual es que vacaciones y extras vayan incluidas en la hora. Si se opta por no prorratear —en doméstico por horas no es lo usual—, los meses de paga hay pico de coste porque se suma la extra al salario del mes. El “promedio” anual sale parecido, pero la tesorería mensual se tensiona.

Bajas y ausencias. En caso de incapacidad temporal, entran en juego prestaciones y, según el tramo y el tiempo, cambios en la cuota. No empantanar aquí: lo relevante para cuatro horas semanales es saber que la base mínima se conserva y que la cobertura existe; los ajustes mensuales llegan vía nómina según normativa.

Vivienda y manutención. En casos de internos (convivencia), la retribución en especie nunca puede sustituir al salario en metálico por debajo del mínimo. No afecta al escenario típico de cuatro horas semanales, pero conviene subrayarlo: lo que se come o se aloja no “cubre” salario ni base.

Cómo dar de alta sin tropiezos innecesarios

Aunque el cálculo parezca técnico, el alta y la cotización se resuelven en pocos pasos si se siguen los cauces correctos. Lo útil es entender el orden y los datos clave.

Contrato por escrito. Debe recoger jornada, horario, precio por hora (si es por horas) o salario mensual (si es mensual), periodicidad de pago y distribución de vacaciones. El empleo de hogar no se sostiene en acuerdos verbales: en caso de conflicto, la escritura salva.

Alta en el Sistema Especial. Se tramita de forma telemática, con identificación del hogar empleador y de la persona trabajadora, y se declara la retribución mensual para encajarla en tramo. Es aquí donde conviene calcular bien las horas mensuales: horas/semana × 52 / 12.

Domiciliación de cuotas. Desde 2023, el ingreso lo realiza el hogar empleador por domiciliación. Cada mes, la Tesorería carga la cuota; si se modifica la retribución o las horas, hay que comunicarlo para que la base (y el recibo) se actualicen.

Simulación previa. La calculadora oficial permite introducir horas y salario pactado para obtener una estimación del coste total: sueldo bruto, deducciones y cuota empresarial. Evita errores de tramo y sustos de última hora. Con cuatro horas semanales, la estimación se mueve en los números que ya hemos dado: 226,19 € de coste total con el mínimo por hora.

Fin de contrato y liquidación. En un contrato por horas con vacaciones y extras incluidas en el precio/hora, la liquidación final se reduce a partes proporcionales pendientes si las hubiera. En mensualidades, hay que provisionar pagas extra si no se prorratean, además de vacaciones no disfrutadas.

Errores caros que siguen ocurriendo

Hay prácticas persistentes que encarecen sin aportar nada o que ponen en riesgo la relación laboral. Conviene nombrarlas.

Fijar un precio/hora por debajo del legal. A la primera inspección o reclamación, la diferencia se exige con retroactividad, con recargos y, a veces, sanción. Con cuatro horas semanales la tentación es pensar que “por tan poco” nadie mirará; error.

Olvidar que vacaciones y extras van dentro de la hora. En por horas, el 9,26 € ya lo contiene todo. Pactar 8,80 € “más vacaciones” que nunca llegan es una irregularidad fácil de demostrar: la liquidación cae con los números.

No revisar el tramo al subir horas. De cuatro a diez horas semanales, quizás se siga en tramo 1 con el mínimo por hora; de diez a quince puede que se roce el umbral. Si el tramo cambia y no se comunica, la regularización posterior llega con recargo.

No domiciliar correctamente. Un Iban mal introducido o una cuenta sin fondos el día de cargo provoca recargos. En importes pequeños, duele el doble.

No actualizar el SMI. Cuando sube, hay que elevar el precio por hora y, si procede, la base. Dejarlo “como estaba” convierte una relación legal en ilegal de un mes para otro.

Creer que la base “penaliza”. No lo hace. Sostiene la protección mínima. Con pocas horas, el sistema eleva la base por encima del sueldo para no dejar sin cobertura. Es un diseño deliberado, no un impuesto extra.

Casos prácticos para afinar la previsión

Las cifras redondas ayudan, pero también viene bien mover perillas para ver hasta dónde llega el presupuesto del hogar sin perder el norte legal.

Ocho horas semanales. Al mínimo por hora, el salario escala a unos 321,02 €. Todavía entra en el tramo 1 (base 296 €), así que la cuota empresarial permanece prácticamente igual que con cuatro horas. El coste total sube sobre todo por el salario, no por las cuotas. Esto puede sorprender, pero el tramo lo explica.

Doce horas semanales. El salario ronda 481,53 €. En la práctica, aún puede encajar en tramo 1 con base 296 € dependiendo del redondeo aplicado, pero está al borde. Si se pisa el tramo 2, la base sube y, con ella, la cuota. Es el punto en que los hogares empiezan a notar un salto más allá del sueldo.

Quince horas semanales. El salario se sitúa cerca de 601,91 €. Aquí, el salto de tramo es más probable; la base pasa a ser superior y las cuotas reflejan el cambio. El coste total crece en dos frentes: más sueldo y más base.

Veinte horas semanales (las 4 horas diarias). Ya lo hemos desgranado: 802,53 € de sueldo y 761 € de base. La cuota empresarial llega a 168,87 € y el coste total roza 971,40 €.

Subida del precio/hora por encima del mínimo. Si se paga 10,50 € la hora por cuatro horas semanales, el salario sube a 181,30 €. Con tramo 1 aún vigente, la cuota empresarial apenas se mueve, pero el coste total crece por el salario. Si la jornada es de veinte horas y se paga ese mismo 10,50 €, el salario alcanza 911,40 €, que puede mover la retribución a un tramo superior y, por tanto, subir la base y la cuota.

Qué implica pagar bien: protección, derecho y tranquilidad

“Cuánto cuesta asegurar” no es una cifra suelta, sino el precio de una cobertura completa. Cotizar correctamente conlleva derecho a prestación por desempleo, cobertura por accidente de trabajo y enfermedad profesional, y pensión futura mejor construida. En los tramos bajos, esta arquitectura es vital: con pocas horas, la base no cae por debajo de un mínimo razonable; sin ella, la persona empleada de hogar quedaría expuesta.

Para el hogar empleador, la seguridad jurídica también cuenta. Un contrato en regla, con salario mínimo por hora y cuotas domiciliadas, cierra la puerta a reclamaciones que, con el tiempo, se encarecen por intereses y recargos. Y blinda una relación laboral que suele ser estable y de confianza, justo lo contrario de lo que provocan los atajos.

Cómo anticipar el gasto sin sorpresas

La mejor forma de no equivocarse es simular antes de contratar. Con el precio/hora legal en la mano, se calculan las horas mensuales (horas/semana × 52 / 12), se multiplica y se busca el tramo correspondiente. Una vez localizada la base, se aplican los tipos y las bonificaciones. La aritmética devuelve una cifra muy próxima a las de este artículo. Si el presupuesto es ajustado, conviene probar con uno o dos escalones de horas más para ver si el tramo cambia y, con él, la cuota. Suele ser aquí donde se toman las decisiones más sensatas: más horas con el mínimo por hora dentro del mismo tramo puede ser asumible; subir el precio/hora o saltar de tramo, quizá no.

Un apunte operativo que a menudo se pasa por alto: si se prevé que la persona haga horas extra puntuales (limpieza de mudanza, visitas profundas), es preferible ajustar un mes con más horas declaradas que improvisar pagos fuera de nómina. La regularización es sencilla, y el histórico queda limpio.

El balance que encaja en la economía del hogar

Con los tipos de 2025 y el precio/hora vigente, asegurar cuatro horas semanales del servicio doméstico sale por unos 226,19 € al mes cuando se paga el mínimo legal y se disfruta de las bonificaciones en vigor. En jornadas parciales amplias —cuatro horas diarias—, el coste se acerca a 971,40 € por el salto de base. Entre ambos extremos hay un terreno amplio donde el tramo decide tanto como el sueldo. Quien entienda esa mecánica evita sorpresas y planifica mejor.

La regla de oro es sencilla y no ha cambiado: precio/hora en norma, tramo correcto, cuotas al día. A partir de ahí, cualquier ajuste —una subida de horas, un plus por calidad, un cambio en el SMI— se incorpora con transparencia y sin facturas retroactivas. En el empleo de hogar, donde la relación suele cruzar la puerta de casa con años de confianza, la aritmética clara no es un formalismo: es la forma más directa de que todo funcione. Y sí, con cuatro horas, la cifra está escrita desde el principio.


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Este artículo ha sido redactado basándose en información procedente de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: BOE, SEPE, Seguridad Social, Import@ss, MC Mutual.

Periodista con más de 20 años de experiencia, comprometido con la creación de contenidos de calidad y alto valor informativo. Su trabajo se basa en el rigor, la veracidad y el uso de fuentes siempre fiables y contrastadas.

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