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Cuando la infiltracion no funciona

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ortopeda verifica rodilla hombre

Si una infiltración no alivia el dolor, puede haber errores en la aplicación, diagnóstico incorrecto o daño avanzado. Descubre qué hacer si no funciona.

Las infiltraciones se han convertido en un tratamiento estrella para aliviar el dolor en articulaciones, músculos y tendones, siendo utilizadas con frecuencia en pacientes con artritis, tendinitis o lesiones deportivas. Su éxito radica en la capacidad de inyectar directamente en la zona afectada medicamentos como corticoides, ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas, buscando reducir la inflamación y mejorar la movilidad.

Sin embargo, no siempre los resultados son los esperados. Muchas personas experimentan poca o ninguna mejoría tras la infiltración, lo que genera frustración y dudas sobre su efectividad. ¿Por qué no ha funcionado? ¿Se ha administrado correctamente? ¿El problema era otro? Estas son preguntas comunes que surgen cuando el dolor persiste.

En este artículo, exploraremos las razones por las que una infiltración puede no funcionar, desde errores en la aplicación hasta factores individuales del paciente. Además, analizaremos qué hacer cuando el tratamiento no da los resultados esperados y qué opciones existen para seguir abordando el dolor de manera efectiva.

Cómo actúan las infiltraciones y qué se espera de ellas

El principio de acción de una infiltración

Las infiltraciones tienen como principal objetivo disminuir la inflamación y aliviar el dolor en una zona específica del cuerpo. Esto se logra mediante la administración de fármacos directamente en la articulación, músculo o tendón afectado, permitiendo una acción mucho más localizada que los tratamientos orales o tópicos.

Los medicamentos más comunes utilizados en infiltraciones incluyen corticoides, ácido hialurónico y plasma rico en plaquetas (PRP), cada uno con un propósito distinto. Mientras que los corticoides buscan reducir la inflamación de forma rápida, el ácido hialurónico mejora la lubricación articular y el PRP fomenta la regeneración de los tejidos dañados.

Una vez administrada la infiltración, el paciente suele experimentar alivio en un plazo de 24 horas hasta varios días dependiendo del tipo de medicamento inyectado. Sin embargo, cuando este alivio no llega o es insuficiente, es cuando comienzan las preocupaciones.

Factores clave para que una infiltración sea efectiva

Para que una infiltración funcione correctamente, deben cumplirse varios requisitos. En primer lugar, es fundamental que el diagnóstico sea preciso, ya que una infiltración aplicada en una zona equivocada o para tratar una condición incorrecta tendrá poca o ninguna eficacia. Además, la técnica de aplicación juega un papel crucial, ya que si el medicamento no se deposita en el lugar exacto, su acción puede verse limitada.

El estado general del paciente también influye en los resultados. Personas con enfermedades crónicas, lesiones muy avanzadas o problemas metabólicos pueden experimentar una respuesta más baja a la infiltración. Por último, el seguimiento posterior es clave, ya que si el paciente no sigue las recomendaciones médicas tras la infiltración, los efectos pueden verse reducidos.

medico controla pierna paciente

Razones por las que una infiltración puede no funcionar

El problema no está en la zona infiltrada

Uno de los errores más frecuentes en el uso de infiltraciones es asumir que el dolor proviene de la zona donde se siente, cuando en realidad puede ser reflejo de otra afección. Un ejemplo común es el dolor de rodilla que en realidad proviene de la cadera, o una molestia lumbar causada por una alteración en la pisada.

Si la infiltración se aplica en un área que no es la raíz del problema, es probable que el dolor no desaparezca o que los efectos sean mínimos. Por ello, antes de proceder con una infiltración, es esencial realizar estudios de imagen adecuados como resonancias magnéticas o ecografías para determinar el origen exacto del dolor.

El medicamento utilizado no es el más adecuado

No todas las infiltraciones son iguales, y la elección del medicamento influye en la efectividad del tratamiento. Los corticoides, por ejemplo, son muy efectivos para reducir la inflamación, pero su efecto puede ser temporal y no abordar la causa subyacente del problema. Por otro lado, el ácido hialurónico es útil en patologías degenerativas como la artrosis, pero no en inflamaciones agudas.

Cuando una infiltración no funciona, una de las primeras revisiones que debe hacerse es si el medicamento empleado era el correcto para el tipo de lesión que se buscaba tratar. En algunos casos, puede ser necesario cambiar el tipo de sustancia utilizada o combinar diferentes tratamientos para obtener mejores resultados.

El daño es demasiado avanzado

En patologías degenerativas avanzadas, como una artrosis severa o lesiones de cartílago de gran magnitud, las infiltraciones pueden ofrecer un alivio parcial pero no una solución definitiva. En estos casos, el deterioro de la articulación puede ser tan significativo que el medicamento infiltrado no tiene suficiente capacidad de regeneración o lubricación para revertir la situación.

Si una articulación está demasiado desgastada, es posible que las infiltraciones sean insuficientes y que el paciente necesite tratamientos más agresivos como la rehabilitación intensiva, terapias con células madre o, en última instancia, cirugía.

Aplicación incorrecta de la infiltración

Para que una infiltración funcione correctamente, debe ser aplicada con precisión milimétrica en la zona afectada. Hoy en día, las técnicas más avanzadas incluyen el uso de ecografía para guiar la aguja, lo que permite una administración mucho más exacta del medicamento.

Si una infiltración no se aplica con una técnica adecuada, es posible que el medicamento no alcance el área correcta, lo que reduciría notablemente su efectividad. Por ello, es recomendable acudir siempre a profesionales con experiencia y que empleen técnicas de guiado por imagen para garantizar los mejores resultados.

No se ha respetado el proceso post-infiltración

Tras recibir una infiltración, el paciente debe seguir ciertas indicaciones para potenciar su efectividad. El reposo relativo, evitar el sobreesfuerzo en la articulación infiltrada y mantener una rutina de fisioterapia adecuada son aspectos clave para el éxito del tratamiento.

Si una persona no sigue estas recomendaciones y somete la zona infiltrada a un esfuerzo excesivo, la inflamación podría reaparecer rápidamente, reduciendo el efecto del tratamiento y volviendo a generar molestias en poco tiempo.

enfermera sujeta pierna de enfermo

Qué hacer si una infiltración no da resultados

Esperar el tiempo adecuado antes de sacar conclusiones

Dependiendo del medicamento utilizado, los efectos de una infiltración pueden tardar en manifestarse. Mientras que los corticoides suelen ofrecer alivio rápido, otros tratamientos como el ácido hialurónico o el PRP pueden requerir semanas para mostrar beneficios.

Si la infiltración no ha tenido efecto inmediato, es recomendable esperar entre 2 y 6 semanas antes de evaluar su eficacia real.

Consultar con un especialista para nuevas pruebas

Cuando una infiltración no funciona, lo mejor es volver a consultar con el especialista para analizar si es necesario realizar nuevas pruebas de imagen o cambiar la estrategia de tratamiento. En ocasiones, puede ser recomendable probar otro tipo de infiltración o combinarla con fisioterapia para potenciar su efecto.

Explorar opciones terapéuticas alternativas

Si la infiltración ha fallado, existen otras opciones que pueden ayudar a aliviar el dolor y mejorar la movilidad, como ondas de choque, radiofrecuencia, fisioterapia especializada o tratamientos biológicos con células madre.

En los casos más severos, donde el problema es estructural y no responde a tratamientos conservadores, puede ser necesario recurrir a la cirugía para solucionar la causa del dolor.

El camino hacia el alivio del dolor: paciencia y enfoque multidisciplinario

Las infiltraciones pueden ser una herramienta muy efectiva, pero no son infalibles. Cuando no funcionan, es fundamental investigar la causa, explorar nuevas opciones y contar con un equipo médico especializado que valore la mejor alternativa para cada paciente.

El dolor crónico no tiene una solución única, y en muchos casos, la combinación de diferentes tratamientos es la clave para lograr una mejora duradera.


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Este artículo ha sido elaborado basándose en información de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: ElsevierMayo ClinicMedlinePlusSociedad Española de ReumatologíaNational Center for Biotechnology Information (NCBI).

Periodista con más de 20 años de experiencia, comprometido con la creación de contenidos de calidad y alto valor informativo. Su trabajo se basa en el rigor, la veracidad y el uso de fuentes siempre fiables y contrastadas.

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