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¿Cuándo empieza La isla de las tentaciones 9 y quién estará?

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Fecha, horario y canal de estreno, previos, presentadora, dónde verlo y el casting confirmado de LIDLT 9 en República Dominicana y Telecinco.
La novena edición de La isla de las tentaciones tiene fecha marcada: martes 4 de noviembre de 2025, prime time de Telecinco. Se verá en abierto en la cadena principal de Mediaset y en Mediaset Infinity en simulcast y a la carta, como ya es habitual en la franquicia. Antes del arranque en antena, el grupo ha desplegado un “calentamiento” con cuatro previos en digital que ya han empezado a emitirse y que culminan justo la semana anterior al estreno.
El programa seguirá conducido por Sandra Barneda y contará con cinco parejas que pondrán a prueba su relación en República Dominicana, rodeadas de un elenco de ocho solteros y ocho solteras ya presentados oficialmente. Los tentadores confirmados son Aitor, Andrea Calush, Andrea, Borja, Dairon, Iñaki, Juanjo y Melchor; mientras que las tentadoras son Alba, Cristina, Estefanía, Mara, Noelia, Olatz, Soraya y Vita. Una lista diseñada para elevar el voltaje desde la primera gala.
Calendario y cómo verlo: fechas, canal y franjas
Mediaset ha ordenado el retorno del formato en un esquema de dos tiempos. Primero, un bloque digital que “precalienta” la conversación y deja rostros y frases en circulación; después, la noche de estreno en Telecinco. El recorrido es claro. 7 y 14 de octubre se han dedicado a La isla de las tentaciones. El casting, dos entregas que abren por primera vez las puertas del proceso de selección, tanto de las parejas como de los tentadores. 21 y 28 de octubre llega Rumbo a La isla de las tentaciones, un previo que presenta con más detalle a los protagonistas, muestra sus entornos y enseña momentos clave que marcarán la edición. Y, ya la semana siguiente, la primera gala en Telecinco, el martes 4 de noviembre, en horario de máxima audiencia.
El horario de la edición anterior —con emisiones alrededor de las 22.00 y ajustes finos según competencia— sirve como guía para anticipar la franja. Telecinco viene explotando un modelo flexible: capítulos que arrancan en access prime time o en punto y se mueven entre los 70 y los 100 minutos, con posibilidad de doble cita semanal si la curva de interés lo pide. La reproducción en diferido y los clips de momentos destacados se alojan en Mediaset Infinity, que también aloja los previos y los materiales extra, incluidos los vídeos de presentación del casting.
En cuanto a dónde verlo, no hay misterio. El estreno y las galas regulares irán en Telecinco, con emisión simultánea y consumo bajo demanda en Mediaset Infinity. La plataforma es, además, el lugar donde se concentran los contenidos complementarios (presentaciones, avances, making of de las villas y piezas cortas orientadas a redes).
Lo que se mantiene: presentadora, mecánica y localización
La presentación vuelve a recaer en Sandra Barneda, el rostro que ha consolidado la narrativa del formato y que ya ha pilotado los especiales veraniegos y los debates de cierre. La mecánica no se toca en lo esencial: las parejas se separan en dos villas —una para ellas y otra para ellos—, conviven con tentadores y tentadoras, y afrontan las hogueras donde van viendo imágenes del otro, abren o cierran puertas y toman decisiones que pesan. Citas, reglas pactadas, límites y una hoguera final que define si se sale en pareja, por separado o de la mano de una tentación. El escenario sigue siendo República Dominicana, con sus paisajes y la logística probada del formato: villas amplias, zonas comunes pensadas para la interacción, cámaras y micrófonos que no descansan y un equipo de realización que sabe a qué ritmo contar los avances.
En edición 9 no se anuncian giros de guion radicales. El corazón del programa es el mismo: observar, sin filtros, cómo se comporta una relación cuando entra el factor seducción y cuando se impone la duda. La música, los ritmos de montaje y la estructura de los episodios replican la fórmula que llevó a la temporada anterior a imponerse en noches de alta competencia, con el recordado “fenómeno Montoya” como emblema de lo que el relato puede provocar cuando una trama engancha.
Lo nuevo de la temporada: un “preestreno” digital y casting abierto
La innovación está antes de la gala uno. Por primera vez, Mediaset y la productora abren el casting y lo convierten en contenido. La isla de las tentaciones. El casting no se limita a enseñar caras bonitas: muestra entrevistas, pruebas de cámara, respuestas frente a preguntas incómodas —infidelidades pasadas, umbrales de tolerancia, reglas que se aceptarían o no—, y permite intuir por qué un candidato entra y otro se queda a las puertas. Ese enfoque da contexto y genera identificación temprana: la audiencia ya llega al estreno con ideas sobre quién es quién, quién tiene más carisma, quién puede animar las villas o quién promete choque de trenes en las hogueras.
A ese bloque se suma Rumbo a La isla de las tentaciones, dos entregas que funcionan como puente: presentan oficialmente a parejas y tentaciones, enseñan preparativos y viajes, y avanzan escenas que luego veremos en la emisión lineal. No es un simple tráiler alargado: es una pasarela de relato que busca fidelizar desde la plataforma y empujar al prime time en abierto. Unificar el ecosistema —televisión, plataforma, redes— es parte del plan: piezas cortas listas para TikTok y Reels, citas compartibles y discursos con punch que viajan bien en el móvil.
El calendario comprimido —previos en octubre y estreno el 4 de noviembre— también supone un ajuste respecto a años previos. La marca no se ha apagado durante el verano: El verano de las tentaciones sirvió de puente en julio y principios de septiembre con una recopilación de momentazos y repaso de reglas, presentado también por Barneda desde los escenarios dominicanos. Todo ello rellena de forma natural el tiempo hasta la nueva entrega.
Todos los solteros y solteras confirmados: perfiles con intención
El programa ha presentado a ocho solteros y ocho solteras que llegan con la misión declarada de “ser tentación”. En esta edición, los vídeos de presentación son reveladores: describen carácter, procedencia, trabajo y dejan una frase-bandera que define el rol que pretenden ocupar en la villa. A continuación, el retrato de cada uno, tal como se han perfilado en sus presentaciones oficiales.
Los solteros: seguridad, descaro y promesa de baile
Aitor (22, Barcelona, administrativo). Se autodefine sin rodeos: “golfo” y muy directo. No presume de prototipo cerrado: le vale la atracción inmediata. En lo personal, mezcla un punto “flipado” con ese reverso “oso de peluche” que tantos han reivindicado en cámara. El baile, dice, es su territorio: “En la bachata y en el amor, la clave es la cadera”. Un perfil pensado para las primeras fiestas en la villa de chicas, con energía alta y facilidad para romper el hielo.
Andrea Calush (26, italiano afincado en Fuerteventura, monitor de ocio y tiempo libre). La etiqueta le persigue: romántico y pasional, deportista —Muay thai, acrobacias, fútbol, skate— y con la sinceridad desarmante de quien confiesa una obsesión por “las chicas operadas”. Se presenta como “serpiente venenosa” con buen corazón, el clásico villano carismático que la franquicia siempre reserva para dinamitar escenas a ritmo de reguetón.
Andrea (33, italiano, empresario). Otro italiano en la villa, con dos años y medio soltero y el discurso del seductor de manual. Apuesta por chicas con personalidad y evita enamorarse con facilidad. Frase para enmarcar: “Mi seducción es de otra liga; nadie puede competir”. Un candidato a protagonista de citas con chispa y de hogueras con giro de guion.
Borja (27, Tenerife, coach biomecánico). Aventurero, muy golfo, domina el cachondeo y asegura que liga por personalidad. Suelta la bomba con naturalidad: “El sexo es mi hobbie favorito”. Aporta, además, una herramienta narrativa que funciona en cámara: el trabajo corporal, las manos, el masaje, la excusa perfecta para acercar distancias.
Dairon (25, Benidorm, cantante). Cantautor, sonrisa amplia y espontaneidad por bandera. Se vende como un “imán” y alterna romanticismo con empuje. En una edición con música y baile integrados en la convivencia, su perfil tiene ventaja: la guitarra siempre encuentra hueco en los afters.
Iñaki (32, Barcelona, empresario). Alegre, detallista, cero vergüenza y otro titular para la colección: “No sé quiénes son los novios, pero ya están solteros”. La chulería simpática que necesita cualquier villa de chicas cuando el relato pide acelerar.
Juanjo (22, Alicante, opositor a policía). Segurísimo de sí mismo, reconoce que usa tácticas para ligar —“les digo que juego en el filial del Real Madrid”— y se impone un reto de tres días: si conquista, se rapa. Juventud, alarde y juego: el ABC del tentador que confía tanto en el espejo como en su fraseo.
Melchor (22, Valencia, eficiencia energética). Fiel en pareja, golfo soltero; gusto por las rubias, sin cerrarse a nada, y un punto superficial asumido. Cierra su carta de presentación mirando a cámara: “Te voy a convencer y vas a salir conmigo de la mano”. Un personaje hecho para los cortes virales.
Las solteras: carácter, autoestima y hambre de foco
Alba (20, Málaga, profesora de baile). Intensidad “a niveles estratosféricos”, enamoradiza y con un plan de vida nítido: casarse y tener hijos. Le gustan los chicos bajitos —dice que 1,75 es su techo— y no disimula su autoestima: “Los tíos son como un baile: cuando termina uno, empieza el otro”. Ritmo y descaro en un mismo pack.
Cristina (23, Las Palmas, auxiliar de enfermería). Impulsiva, con un punto poligonero que aparece cuando la buscan. Exige fidelidad y respeto, y lanza aviso a navegantes: llega para reventar más de una relación. Se autodescribe con cuatro golpes: pícara, jugona, provocadora y canaria.
Estefanía (28, Cartagena/Madrid, azafata de vuelo, Miss Murcia). Extrovertida, celosa, busca cariño y atención. Entra en modo concurso de belleza: quiere la banda de “Miss soltera” dentro de la isla. Con ese perfil competitivo, todas las papeletas para protagonizar hogueras cruzadas.
Mara (21, Alicante, opositora a policía). “Cero filtros” que la definen. Explosiva, con preferencia por chicos sinceros y que se cuiden. A su manera, el arquetipo de torbellino que la edición necesita para incendiar la villa de los chicos en la semana uno.
Noelia (26, Ronda, comercial). Transparente, “chillona”, cuatro años soltera y carácter difícil por confesión propia. Reconoce un lío con un amigo con pareja y asegura que saldrá de la experiencia con alguien del brazo. Declaración de intenciones en toda regla.
Olatz (27, San Sebastián, nutricionista). Contra el tópico, se presenta como lo contrario del estereotipo de “chica vasca”. Le encuentran parecido con Penélope Cruz o Demi Moore y presume de lema: “Culatz: más buena que los pintxos”. Ironía y acento donostiarra para un personaje con madera de viral.
Soraya (22, Madrid, administrativa). Explosiva y fiestera, confiesa haber compartido amante con su novia durante casi cuatro años. Termina con una bravuconada medible en segundos: “Diez con tu novio y me sobran ocho”. Puro titular.
Vita (23, Girona, estudiante de Administración y Finanzas; nacida en Etiopía). Fiestera, versátil y con autoestima desbordante: “No es que me quiera, es que me amo”. Promete fuego y química. Un torbellino que puede contagiar la dinámica de grupo.
La lectura en conjunto deja una villa de chicas cargada de confianza y verbo rápido, y una villa de chicos apuntalada por carisma mediterráneo —con dos italianos—, músculo, baile y ese humor canalla que el formato explota desde la primera fiesta.
Contexto y expectativas: por qué el regreso importa en parrilla
La franquicia llega a su novena entrega con viento de cola. La temporada anterior cerró por arriba, con hogueras finales en miércoles que superaron los dos millones y rozaron el 17% de cuota, por delante de ofertas consolidadas del access y del prime time generalista. Es un dato relevante porque dibuja la estrategia de Telecinco en otoño: proteger la franja con un contenido que fideliza, retiene y derrama audiencia a los programas que van detrás. No es solo la hora de emisión: es el efecto arrastre que se mide en tramos de estricta coincidencia y que condiciona la noche entera.
El ecosistema de contenidos —previos en digital, gala en abierto, debate o especial de cierre si la curva lo pide— ha demostrado ser eficaz. La marca reconoce a sus espectadores, se permite jugar con formatos más cortos o más largos según la competencia y, cuando el relato lo demanda, duplica la cita semanal con una segunda noche para sostener la conversación social. Todo eso parece que repetirá este otoño: flexibilidad, ambición comercial y una edición 9 con casting de tentaciones que llega con el motor altas revoluciones desde el primer minuto.
Por tono y ritmo, la selección de solteros y solteras sugiere un arranque eléctrico. Hay baile (Alba, Aitor), hay deporte y físico (Andrea Calush, Borja), verborrea con “pullita” (Soraya, Olatz), y seguridad de la que enciende hogueras (Iñaki, Juanjo). La combinación apunta a primeras citas intensas, fiestas con roce y hogueras tempranas con frases para la historia. El montaje hará el resto. Y Barneda, con su manejo de los silencios y las preguntas precisas, rematará escenas que la audiencia ya ha aprendido a leer.
Cambios editoriales respecto a otras ediciones: del casting al “antes de”
Más allá del reparto, el cambio sistémico está en cómo se cuenta el antes. Convertir el casting en programa y enseñar Rumbo a las villas con fecha y hora fija es una apuesta editorial que alinea consumo móvil con la emisión lineal. La audiencia llega al estreno con una base de personajes reconocidos y con expectativas concretas. Quien haya visto El casting sabe qué pareja arrastra celos históricos, quién ha cruzado líneas en relaciones anteriores o quién trae una historia personal que puede convertirse en trama de temporada. También sabe cuáles son los límites que las parejas se imponen —besos sí o no, dormir acompañado, contacto físico en fiestas— y qué líneas rojas podrían activar las hogueras de confrontación.
Otro cambio, menos visible y más técnico, está en la duración y en el orden de emisión dentro de la noche. La experiencia reciente enseña que funciona una primera parte más concentrada, con desenlaces parciales a media noche, y un regreso tras la pausa para rematar con avance de la semana siguiente. Esa coreografía, más cercana a los hábitos de consumo actuales, retiene al público y da aire a la conversación social.
Lo que ya se puede anticipar sin spoilers: ritmo, citas y hogueras
Con los previos ya emitidos, el tono que aterriza en la edición 9 es nítido. Habrá primeras citas con baile y aproximaciones físicas explícitas —el “en la bachata y en el amor, la cadera” de Aitor no es casual—; discursos de autoestima marcados —Vita, Soraya— que chocarán con novios y novias menos dados a tolerar ambigüedades; y choques de culturas y acentos —italianos por partida doble en la villa de chicas— que siempre dan juego en cámara. Los vídeos de presentación ya han dejado consignas: Iñaki prometiendo que los novios “ya están solteros” o el juego de Juanjo con su supuesto pasado futbolístico. Son trazos que anticipan fricciones en hogueras y momentos de alto impacto.
El montaje también apunta a una entrega más autoconsciente de su propia mitología. No sería extraño que el programa juegue con la sombra de algunos hits recientes de la franquicia, guiños que los espectadores captan al vuelo: escenas espejo, frases que recuerdan a otras, canciones que activan memoria. Ese tipo de autoreferencias conviene a una temporada que quiere elevar lista y sostener el tirón del curso pasado.
La otra clave estará en cómo se reescriben las reglas de cada pareja. Los previos enseñan conversaciones sobre perdonar o no infidelidades, sobre límites tácticos (“amigas sí, dormir no”), sobre conversaciones pendientes que se tendrán delante de una hoguera. Esa información previa permite que la gala uno entre ya con tensión acumulada y que las imágenes que se muestren en la primera hoguera tengan lectura inmediata por parte de la audiencia.
Lo esencial para no perderse el estreno
La hoja de ruta es concisa y útil. Martes 4 de noviembre, Telecinco, prime time. Para llegar con todo visto, los previos en Mediaset Infinity ya están disponibles: El casting (7 y 14 de octubre) y Rumbo a La isla de las tentaciones (21 y 28). El programa lo presenta Sandra Barneda y mantiene su mecánica clásica en República Dominicana, con cinco parejas, ocho solteros y ocho solteras que ya han enseñado cartas en sus vídeos de presentación. Los nombres están sobre la mesa y dan pistas del tono: Aitor, Andrea Calush, Andrea, Borja, Dairon, Iñaki, Juanjo y Melchor; Alba, Cristina, Estefanía, Mara, Noelia, Olatz, Soraya y Vita. La franja esperable ronda las 22.00, con duración modulable y posibilidad de doble noche si la curva responde.
Queda, ahora sí, lo que solo decide la pantalla: química, errores, límites y verdades puestas a prueba. La edición 9 llega con impulso y con un aparato de promoción que ha sabido convertir el “antes” en contenido. El día y la hora están fijados; el resto —lo que se dice, lo que se hace, lo que se perdona—, tendrá que ocurrir delante de las cámaras. Y ahí es donde La isla de las tentaciones vuelve a ganar partidos.
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Este artículo ha sido redactado basándose en información procedente de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: Telecinco, Mediaset Infinity, Mediaset Comunicación, LOS40, Telecinco, El Confidencial.

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