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Naturaleza

Porque los termitas siguen la tinta: un misterioso comportamiento

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porque los termitas siguen la tinta

Las termitas siguen líneas de tinta como si hablaran entre ellas: descubre el truco químico que atrapa colonias y ayuda el control de plagas.

Puede parecer una escena sacada de un experimento de YouTube o una anécdota de patio de colegio, pero lo cierto es que el hecho de que las termitas sigan la tinta no solo es real, sino que ha despertado el interés de la comunidad científica durante años. Dibujas un círculo con bolígrafo en un papel, colocas unas termitas cerca… y, como por arte de magia, comienzan a seguir el trazo como si fuera una carretera invisible. El fenómeno es tan curioso como revelador, y detrás de este comportamiento hay mucha más ciencia de la que uno imaginaría.

En este artículo, vamos a desentrañar de forma amena, rigurosa y sorprendente por qué las termitas se sienten atraídas por ciertas tintas, cómo funciona su sistema de comunicación y qué implicaciones tiene este hecho aparentemente trivial en el estudio de los insectos y en el control de plagas. Si alguna vez te preguntaste cómo un simple bolígrafo puede dirigir a una colonia entera, este artículo es para ti.

El extraño vínculo entre tinta y termitas: cuando un bolígrafo se convierte en guía

El fenómeno en cuestión no es una leyenda urbana ni un simple truco visual. Las termitas realmente siguen ciertas líneas de tinta, y lo hacen de forma sistemática y casi hipnótica. No importa si el trazo es recto, curvo o circular: si la tinta contiene determinados compuestos, las termitas la identificarán como una señal digna de atención y la recorrerán de principio a fin.

Este comportamiento no solo ha sido documentado en vídeos virales o experimentos escolares, sino que ha llegado a laboratorios de universidades donde se estudia con rigor. El motivo de este seguimiento no es estético ni casual: tiene que ver con la manera en que estos insectos perciben el mundo a través de señales químicas, que para ellos son mucho más importantes que lo visual o lo auditivo.

Cómo se comunican las termitas en su vida cotidiana: un lenguaje invisible y eficaz

Las feromonas como el sistema nervioso colectivo de la colonia

Las termitas viven en colonias altamente organizadas que funcionan como una auténtica superorganización. A diferencia de los humanos, que nos guiamos por el lenguaje hablado y escrito, estos insectos se comunican mediante feromonas, sustancias químicas que transmiten mensajes clave a sus compañeras.

Este lenguaje químico les permite indicar el camino hacia una fuente de alimento, advertir sobre un posible peligro o coordinar tareas dentro del nido. En ese mundo microscópico y oscuro en el que viven, las feromonas son el principal canal de comunicación, algo así como el Wi-Fi biológico de la colonia. Cuando una termita encuentra algo interesante, deja un rastro químico al volver, y otras termitas seguirán ese camino, creando una especie de autopista invisible.

La importancia del olfato en un insecto casi ciego

La mayoría de las termitas carecen de visión funcional o tienen una vista muy limitada. Esto no supone un problema, ya que su entorno —normalmente subterráneo o dentro de la madera— no requiere capacidades visuales desarrolladas. En lugar de eso, han desarrollado un sistema olfativo extremadamente sensible, capaz de detectar mínimas concentraciones de feromonas en el entorno.

Este olfato tan agudo les permite orientarse y actuar de forma coordinada sin necesidad de verse entre sí. Por eso, todo lo que se parezca mínimamente a una feromona activa una respuesta automática de seguimiento, como si se tratara de una orden codificada en su sistema nervioso.

¿Por qué reaccionan a la tinta? Lo que hay en algunos bolígrafos que enloquece a las termitas

Algunos compuestos químicos en la tinta son increíblemente similares a las feromonas

Aquí es donde entra en juego el detalle más interesante del fenómeno. Resulta que ciertas tintas de bolígrafo, sobre todo las de tipo gel o borrables, contienen ingredientes como el 2-fenoxietanol, un alcohol aromático que, sin querer, imita bastante bien las feromonas que las termitas utilizan para marcar caminos.

Cuando estas sustancias están presentes en la tinta y esta se deposita sobre una superficie, el olor que emiten se percibe como una señal legítima por parte de los insectos. Así, aunque la tinta no haya sido diseñada para interactuar con insectos, su composición química provoca una respuesta automática de las termitas que las lleva a seguir el trazo como si fuera un rastro auténtico.

No todas las tintas funcionan igual: el secreto está en la fórmula

Aunque el fenómeno se ha popularizado gracias a vídeos con bolígrafos específicos, no todas las tintas provocan el mismo efecto. Las de tipo gel azul suelen ser las más efectivas, ya que contienen los compuestos químicos adecuados en concentraciones detectables por las termitas. En cambio, tintas negras convencionales o aquellas a base de pigmentos no suelen tener ningún efecto perceptible.

Por eso, no es raro que el experimento funcione con algunas marcas y falle con otras. La reacción depende completamente de la composición química específica de la tinta, y no tanto de su color o textura.

El experimento del círculo: el caso más famoso del seguimiento continuo

Uno de los casos más comentados es el experimento del círculo dibujado con tinta especial. Cuando se coloca una termita sobre un círculo cerrado hecho con esta tinta, el insecto comienza a recorrer el contorno sin parar, como si estuviera atrapado en una pista de carreras. La razón es que, al no encontrar salida química, la termita simplemente sigue el rastro una y otra vez, reforzando su comportamiento sin saber que está siendo engañada por un bolígrafo.

Qué ha dicho la ciencia al respecto: estudios, pruebas y aplicaciones reales

Universidades y centros de investigación han confirmado la validez del fenómeno

Lejos de ser una simple curiosidad viral, el seguimiento de tinta por parte de las termitas ha sido objeto de estudios formales en entomología y química aplicada. Diversas universidades han analizado cómo ciertas sustancias presentes en productos de consumo humano pueden desencadenar respuestas en insectos sociales, abriendo puertas a nuevas estrategias en el control de plagas.

Los investigadores han podido aislar los compuestos responsables y confirmar que la reacción es genuina, no visual ni conductual, sino puramente química. Esta constatación ha llevado a propuestas de desarrollo de nuevas técnicas de detección y control, aprovechando la alta sensibilidad olfativa de estos insectos.

Aplicaciones prácticas en el ámbito del control de plagas

Gracias a este descubrimiento, algunos laboratorios están estudiando cómo utilizar atrayentes químicos similares a los de la tinta para guiar a las termitas hacia zonas de captura o exterminación sin necesidad de pesticidas agresivos.

Esto abre una nueva línea de investigación para crear trampas más efectivas y respetuosas con el medio ambiente, reduciendo el impacto tóxico que suelen tener los tratamientos tradicionales contra plagas de termitas en viviendas y estructuras de madera.

¿Puede usarse este efecto para detectar termitas en casa?

Una herramienta casera simple pero con limitaciones

Si sospechas que podrías tener termitas en casa, algunos recomiendan dibujar líneas con tinta de bolígrafo gel en zonas donde podrían aparecer estos insectos. Si tienes suerte (o mala suerte, dependiendo del caso), podrías observar cómo las termitas siguen el trazo. Esta podría ser una pista inicial de infestación, pero no debe tomarse como una prueba concluyente.

Este truco puede servir como curiosidad o señal de alarma, pero el diagnóstico final siempre debe hacerlo un especialista. Las termitas son expertas en ocultarse y pueden hacer daño estructural durante años antes de ser detectadas visiblemente.

Siempre es mejor contar con un diagnóstico profesional

Aunque seguir la tinta puede parecer una solución divertida, los daños que las termitas pueden provocar en estructuras de madera son serios. Por eso, ante cualquier indicio, lo recomendable es contactar con un experto en control de plagas que pueda realizar una inspección detallada, evaluar la gravedad del problema y ofrecer soluciones seguras y eficaces.

Una línea de tinta que revela un mundo invisible de comunicación animal

El hecho de que unas simples líneas dibujadas con bolígrafo puedan modificar el comportamiento de un insecto revela lo compleja y fascinante que puede ser la naturaleza. Las termitas siguen la tinta porque su sistema de comunicación está basado en señales químicas que algunas fórmulas modernas, sin querer, han replicado.

Este fenómeno, más allá de su curiosidad visual, nos recuerda que el mundo que no vemos —el de los olores, las feromonas y los rastros invisibles— es tan poderoso como el que percibimos con los ojos. Y que incluso un objeto tan cotidiano como un bolígrafo puede convertirse, en manos de la ciencia (o de un niño curioso), en la llave para entender comportamientos milenarios.

Así que la próxima vez que dibujes con tu boli favorito, recuerda: para ti puede ser solo tinta, pero para una termita… podría ser una conversación urgente, una autopista o un llamado a la acción.


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Este artículo ha sido elaborado basándose en información de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: Arcadia UniversityResearchGateScience News ExploresAnticimex España.

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