Salud
¿Por qué no se eyacula después de una operación de próstata?

¿Por qué no se eyacula después de una operación de próstata? Conoce las causas, efectos y soluciones para comprender mejor este cambio en la función sexual.
Para muchos hombres, la eyaculación es un proceso natural e inalterable hasta que, de repente, un problema de salud les lleva a someterse a una cirugía de próstata y algo cambia. La falta de eyaculación tras la operación puede generar confusión, miedo y preocupación. ¿Por qué sucede esto? ¿Es normal? ¿Existe alguna solución?
Lo cierto es que la próstata es una glándula clave en el proceso de la eyaculación, y cualquier intervención quirúrgica sobre ella puede tener un impacto directo en la función sexual masculina. Este efecto es más común de lo que muchos piensan, pero pocos están preparados para enfrentarlo, ya que no siempre se explica con suficiente detalle antes de la operación.
En este artículo, analizaremos por qué no se eyacula después de una operación de próstata, los efectos físicos y emocionales de este cambio, y qué opciones existen para manejar esta situación de la mejor manera posible.
¿Qué función cumple la próstata en la eyaculación?
Para entender por qué la eyaculación cambia después de una cirugía de próstata, es fundamental conocer el papel que desempeña esta glándula en el sistema reproductivo masculino.
La próstata es una glándula del tamaño de una nuez que se encuentra debajo de la vejiga y rodea la uretra. Su función principal es producir el líquido prostático, un componente esencial del semen que ayuda a transportar y nutrir a los espermatozoides. Cuando un hombre eyacula, los músculos de la próstata se contraen y expulsan este líquido hacia la uretra, donde se mezcla con el esperma producido en los testículos.
Si la próstata se extirpa o se altera durante una cirugía, todo este mecanismo de producción y expulsión del semen se ve afectado. Dependiendo del tipo de intervención realizada, el paciente puede experimentar eyaculación retrógrada, orgasmos secos o incluso pérdida del placer eyaculatorio.
Tipos de cirugía de próstata y sus efectos en la eyaculación
No todas las cirugías de próstata generan los mismos efectos, pero en la mayoría de los casos, la eyaculación se ve afectada de una forma u otra.
Prostatectomía radical: la extirpación total de la próstata
Este procedimiento se lleva a cabo principalmente en pacientes con cáncer de próstata. Consiste en la extirpación completa de la próstata y, en muchos casos, de las vesículas seminales. Como resultado, el paciente deja de producir el líquido seminal, lo que significa que, aunque pueda seguir experimentando orgasmos, ya no habrá eyaculación.
En este tipo de cirugía, la eyaculación desaparece de manera irreversible. Los hombres pueden seguir teniendo relaciones sexuales y sentir placer, pero experimentarán lo que se conoce como un «orgasmo seco», en el que no hay salida de semen al exterior.
Resección transuretral de la próstata (RTUP): cuando el semen cambia de dirección
Este procedimiento es común en hombres que sufren hiperplasia benigna de próstata (HBP), es decir, un agrandamiento no canceroso de la próstata que dificulta la micción. En este caso, se extrae una parte del tejido prostático para aliviar los síntomas urinarios.
Sin embargo, una consecuencia frecuente de esta cirugía es la eyaculación retrógrada, un fenómeno en el cual el semen, en lugar de salir a través del pene, se desvía hacia la vejiga y posteriormente es eliminado con la orina.
Aunque la eyaculación retrógrada no afecta el placer del orgasmo, puede causar preocupaciones en quienes desean tener hijos, ya que el semen no sale del cuerpo y se reduce la capacidad de concebir de manera natural.
Cirugía láser de próstata: la opción menos invasiva
Algunas técnicas con láser, como la enucleación con láser de holmio (HoLEP), pueden preservar mejor la función eyaculatoria, pero esto depende del nivel de precisión quirúrgica. En algunos casos, se pueden evitar los daños en los conductos seminales, pero sigue existiendo riesgo de eyaculación retrógrada.
Eyaculación retrógrada: cuando el semen no sale al exterior
Una de las preocupaciones más comunes en hombres operados de la próstata es la eyaculación retrógrada, una condición que no afecta la sensación del orgasmo, pero sí cambia la manera en que el semen se expulsa.
Este fenómeno ocurre cuando, durante el orgasmo, el semen se dirige hacia la vejiga en lugar de salir por el pene. Esto sucede porque la cirugía puede afectar el esfínter interno de la vejiga, el cual normalmente se cierra durante la eyaculación para impedir que el semen entre en la vejiga.
Cuando este esfínter deja de funcionar correctamente, el semen «se pierde» en la vejiga y luego se elimina con la orina sin causar daño. Aunque esto no afecta la capacidad de sentir placer, sí puede representar un problema para quienes desean tener hijos, ya que la fertilidad se ve comprometida.
Consecuencias emocionales y psicológicas de la pérdida de la eyaculación
La sexualidad no es solo una función física, sino también una experiencia emocional y psicológica profunda. La pérdida de la eyaculación puede generar un impacto emocional considerable, especialmente en hombres que no estaban preparados para este cambio.
Algunos hombres pueden sentir que su masculinidad se ve afectada, experimentar ansiedad, frustración o depresión y perder el interés en las relaciones sexuales. Es crucial hablar abiertamente sobre estos sentimientos y buscar apoyo profesional si es necesario.
Además, la comunicación con la pareja juega un papel fundamental. Muchas veces, la pareja también se ve afectada por este cambio y es importante abordar juntos cómo encontrar nuevas formas de intimidad y placer.
¿Existen soluciones para recuperar la eyaculación después de la cirugía de próstata?
En la mayoría de los casos, la pérdida de la eyaculación es irreversible, especialmente después de una prostatectomía radical. Sin embargo, existen algunas alternativas para quienes desean recuperar la fertilidad o mejorar su experiencia sexual.
En casos de eyaculación retrógrada, algunos tratamientos pueden ayudar a fortalecer el esfínter de la vejiga y restaurar parcialmente la función eyaculatoria. También existen técnicas de recolección de esperma en la orina para ser utilizadas en tratamientos de fertilidad asistida.
Para quienes buscan mejorar su experiencia sexual, es posible trabajar en la estimulación de otras zonas erógenas, fortalecer los músculos del suelo pélvico con ejercicios como Kegel y explorar nuevas formas de placer y conexión con la pareja.
La importancia de la información y la adaptación
No eyacular después de una operación de próstata puede ser un cambio inesperado y difícil de aceptar, pero es una consecuencia frecuente que no significa el fin de la vida sexual. Comprender por qué ocurre, qué se puede hacer al respecto y cómo adaptarse a esta nueva realidad es clave para recuperar la confianza y el bienestar.
Hablar con un urólogo, un terapeuta sexual y la pareja puede marcar la diferencia en la manera en que se afronta esta situación. La sexualidad no se define únicamente por la eyaculación, y aunque el cuerpo cambie, el placer y la intimidad siguen siendo aspectos fundamentales de la vida de cualquier persona.
🔎 Contenido Verificado ✔️
Este artículo ha sido elaborado basándose en información de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: Urology Health, National Center for Biotechnology Information (NCBI), American Cancer Society, Mayo Clinic, Elsevier España.

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