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Porque baja el PH de la piscina

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tabla de valores ph para piscinas

¿Sabías que factores como la lluvia, productos químicos y la descomposición de materia orgánica pueden reducir el pH de tu piscina? Aprende cómo mantener el equilibrio perfecto y disfruta de un chapuzón sin preocupaciones.

Mantener el agua de una piscina en perfectas condiciones es una tarea que requiere vigilancia constante. Entre los diversos factores que influyen en su calidad, el pH es uno de los más importantes. Un desequilibrio en este parámetro puede convertir el agua cristalina en un problema para la piel, los ojos y hasta para la infraestructura de la piscina.

Uno de los problemas más comunes es la disminución del pH, una situación que puede generar corrosión en los equipos, reducir la eficacia de los productos químicos y causar molestias en los bañistas. Pero, ¿por qué baja el pH de la piscina y cómo se puede solucionar? En este artículo te explicamos las razones científicas detrás de este fenómeno y te damos consejos prácticos para evitarlo.

El pH de la piscina: qué es y por qué es tan importante

El pH mide el grado de acidez o alcalinidad del agua en una escala de 0 a 14. Un pH bajo indica que el agua es ácida, mientras que un pH alto significa que es alcalina. El rango ideal para el agua de una piscina debe mantenerse entre 7.2 y 7.6, un nivel que garantiza la comodidad de los bañistas y la eficiencia de los productos desinfectantes como el cloro.

Si el pH baja demasiado, el agua se vuelve más ácida y esto puede causar problemas en la piel, los ojos y la infraestructura de la piscina. Además, un pH incorrecto afecta la capacidad del cloro para eliminar bacterias y mantener el agua libre de microorganismos perjudiciales.

Los 6 factores que hacen que el pH de la piscina disminuya

La caída del pH del agua no ocurre al azar. Existen varios factores que influyen en este proceso y conocerlos es clave para prevenir el problema antes de que se convierta en una pesadilla.

La lluvia y su impacto en la acidez del agua

Las precipitaciones pueden ser una de las principales razones por las que el pH de una piscina baja drásticamente. El agua de lluvia tiene un pH natural ligeramente ácido, cercano a 5.5, debido a la presencia de dióxido de carbono en la atmósfera. Cuando una cantidad significativa de lluvia cae en la piscina, puede diluir el agua y reducir su pH.

Además, en zonas urbanas o industriales, la lluvia puede contener contaminantes adicionales que la hacen aún más ácida, lo que agrava el problema. Si tras una tormenta notas que el pH de tu piscina ha bajado, lo mejor es medir los niveles y ajustarlos lo antes posible.

Uso excesivo de productos químicos y su efecto en el pH

Los productos químicos utilizados para el mantenimiento de la piscina, especialmente ciertos tipos de cloro, pueden afectar el pH del agua. El ácido tricloroisocianúrico, un compuesto presente en algunas tabletas de cloro, tiene un efecto acidificante. Si este tipo de cloro se usa de manera frecuente sin equilibrar el pH con otros productos, la acidez del agua aumentará.

Por otro lado, los correctores de alcalinidad y estabilizadores de cloro, como el ácido cianúrico, pueden desbalancear el pH si no se aplican correctamente. Mantener un control riguroso de la cantidad de productos que se añaden a la piscina es fundamental para evitar fluctuaciones en los niveles de acidez.

una piscina vacia

Descomposición de materia orgánica en el agua

Hojas, insectos, polen, sudor, protector solar y otros residuos orgánicos pueden acumularse en el agua de la piscina. Cuando estos elementos comienzan a descomponerse, liberan ácidos orgánicos que afectan el equilibrio químico del agua.

Si la piscina no se limpia regularmente y los skimmers no funcionan correctamente, estos desechos se acumularán, causando un descenso progresivo del pH. Para evitarlo, es recomendable usar una red para retirar residuos flotantes y limpiar los filtros con regularidad.

El efecto de la evaporación y la renovación del agua

El agua de la piscina no es un sistema cerrado, está en constante interacción con el medioambiente. La evaporación, especialmente en días calurosos, provoca una concentración de minerales y productos químicos en el agua, lo que puede alterar su equilibrio.

Si la piscina pierde agua debido a la evaporación y se rellena con agua nueva, el pH puede verse afectado dependiendo de la composición química del agua de reposición. Es recomendable analizar el agua antes de añadirla a la piscina y ajustar sus parámetros si es necesario.

Alta afluencia de bañistas y su impacto en la química del agua

El simple hecho de que muchas personas usen la piscina también puede hacer que el pH baje. Los bañistas traen consigo sudor, productos cosméticos, residuos de piel y cabello, que pueden modificar la composición del agua. El CO₂ exhalado por los nadadores también contribuye a acidificar el agua, reduciendo progresivamente su pH.

Si la piscina recibe una gran cantidad de usuarios en un período corto de tiempo, es recomendable aumentar la frecuencia de los controles de pH y realizar ajustes en el tratamiento químico para mantener el agua en condiciones óptimas.

3 consecuencias de un pH bajo en la piscina

Cuando el pH del agua cae por debajo de los niveles recomendados, las consecuencias pueden ir más allá de una simple incomodidad.

Irritación en los ojos y la piel

Un pH demasiado bajo puede generar molestias inmediatas en quienes disfrutan de la piscina. El agua ácida tiende a irritar los ojos, provocando enrojecimiento, picazón y una sensación de ardor. Además, puede causar sequedad y descamación en la piel, lo que resulta especialmente problemático para personas con piel sensible o afecciones dermatológicas preexistentes. Las mucosas también pueden verse afectadas, generando incomodidad en la nariz y la garganta tras la exposición prolongada.

Corrosión de materiales metálicos y equipos

El agua con un pH inferior al recomendado tiene un efecto corrosivo sobre los componentes metálicos de la piscina. Escaleras, barandillas, bombas, filtros e intercambiadores de calor pueden deteriorarse rápidamente, reduciendo su vida útil y aumentando los costes de mantenimiento. Esta corrosión también puede provocar la liberación de partículas metálicas en el agua, lo que, además de afectar la calidad del agua, puede generar manchas en las superficies de la piscina.

Pérdida de efectividad del cloro

El equilibrio químico del agua es clave para que los productos desinfectantes funcionen correctamente. Cuando el pH es demasiado bajo, el cloro pierde efectividad y no logra eliminar bacterias, virus y algas de manera eficiente. Esto puede provocar que el agua se enturbie o adquiera un tono verdoso, aumentando el riesgo de infecciones y enfermedades para los bañistas. Además, para compensar la pérdida de eficacia, será necesario añadir mayores cantidades de cloro, lo que supone un incremento en los costos y un desbalance adicional en la química del agua.

experto mide el ph de una piscina

Cómo evitar que el pH de la piscina baje demasiado

Mantener el pH estable no es una tarea imposible si se siguen algunas recomendaciones clave. El monitoreo frecuente es la mejor herramienta para detectar cambios antes de que se conviertan en problemas mayores.

El uso de medidores digitales o tiras reactivas al menos dos veces por semana permite conocer el estado del agua y actuar rápidamente si hay desequilibrios. Si el pH tiende a bajar, el uso de productos alcalinizantes, como el carbonato de sodio, ayuda a estabilizar los niveles.

Además, es importante limpiar la piscina regularmente, retirar hojas y residuos orgánicos, controlar el uso de productos químicos y evitar que el agua de lluvia contamine el equilibrio químico de la piscina.

El equilibrio del pH como clave para un agua saludable

La disminución del pH en una piscina no es un problema menor, sino un indicativo de que algo está afectando el equilibrio del agua. Desde la lluvia hasta el uso de ciertos productos químicos, pasando por la actividad de los bañistas, son muchos los factores que pueden hacer que el pH baje progresivamente.

Para evitar complicaciones, el control periódico y la aplicación adecuada de tratamientos químicos son fundamentales. Un pH bien regulado no solo garantiza el bienestar de quienes disfrutan de la piscina, sino que también prolonga la vida útil de los equipos y mantiene el agua en condiciones óptimas.

Si notas que el pH de tu piscina baja constantemente, revisa cada uno de estos factores y toma las medidas necesarias. Un agua bien equilibrada es sinónimo de una piscina segura, limpia y perfecta para disfrutar sin preocupaciones.


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Este artículo ha sido elaborado basándose en información de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: CubrilandVegametalRogemarW’Pure.

Periodista con más de 20 años de experiencia, comprometido con la creación de contenidos de calidad y alto valor informativo. Su trabajo se basa en el rigor, la veracidad y el uso de fuentes siempre fiables y contrastadas.

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