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¿Cómo cambia Pinterest las compras online con su nueva IA?

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Pinterest IA compras online

Diseñado por Freepik

Pinterest lanza un asistente con IA que lleva Pines a compras: voz, collages “Estilizado para ti” y tableros personalizados, ejemplos útiles.

Pinterest ha activado un asistente con inteligencia artificial que convierte la inspiración en decisiones de compra dentro de la propia plataforma. El sistema entiende peticiones por voz, interpreta imágenes y devuelve resultados visuales listos para comprar, con orientación paso a paso y sugerencias de conjuntos completos. La compañía lo anunció el 31 de octubre de 2025 y sostiene que su disponibilidad ya ha comenzado a desplegarse de forma progresiva.

La novedad se apoya en dos experiencias que aparecen dentro del feed: los collages “Estilizado para ti”, que funcionan como estilista personal combinando prendas o artículos guardados con piezas nuevas, y los “tableros hechos para ti”, colecciones personalizadas con artículos comprables. El objetivo declarado es claro: reducir la fricción entre buscar, decidir y comprar, con una IA que “piensa” en visual y que, cuando el usuario no tiene claro qué pedir, se anticipa con recomendaciones razonadas y coherentes con su gusto.

Qué es Pinterest Assistant y qué hace

Pinterest Assistant es un asistente de compras visual y conversacional integrado en la app. La diferencia con otros enfoques está en el tipo de modelo que lo sostiene: no se limita a texto, sino que entiende imágenes, estilos y referencias estéticas, y cruza esas señales con lo que la persona ya ha guardado en sus tableros. Técnicamente, se habla de un modelo de lenguaje visual que razona con siluetas, paletas de color, tejidos o tipologías de producto, y que utiliza la voz como interfaz cuando conviene, sin obligar a escribir descripciones precisas.

El sistema opera sobre el terreno donde Pinterest ya era fuerte: el descubrimiento estético. En lugar de exigir una búsqueda exacta, permite formular peticiones abiertas —“un look elegante pero no formal”, “ropa de cama de invierno sin tonos fríos”, “ideas de iluminación minimalista”— y responde con combinaciones plausibles que pueden ajustarse con comentarios adicionales. A medida que se interactúa con las propuestas, el asistente aprende de las elecciones, suaviza errores de interpretación y reordena resultados con más acierto.

La plataforma subraya además tres rasgos prácticos. Primero, la interacción por voz, con un icono de micrófono que habilita descripciones naturales y evita el bloqueo de quien no sabe cómo nombrar lo que busca. Segundo, respuestas audibles que acompañan a los resultados visuales y explican el porqué de las sugerencias. Tercero, una selección proactiva en el feed mediante collages y tableros que “se ponen a tiro” sin que la persona tenga que empezar siempre desde cero. La promesa es menos tiempo perdido en la lista infinita y más foco en dos o tres opciones bien fundamentadas.

Cómo se usa en la práctica

El uso cotidiano es directo. El botón de micrófono del cuadro de búsqueda permite describir necesidades reales sin jerga técnica: evento, clima, presupuesto, estilo preferido, limitaciones. Con esa información, el asistente genera un collage con prendas o artículos compatibles entre sí, priorizando piezas de marcas y comercios que venden dentro de Pinterest. Al tocar cualquier elemento del collage, se despliegan alternativas cercanas en corte, material o precio, y se puede sustituir sin perder el conjunto. Cuando un producto encaja, se accede a la ficha y, si está disponible, a la compra en la tienda asociada.

Los collages “Estilizado para ti” se construyen con señales existentes: Pines guardados, tableros de moda o de hogar, combinaciones populares en perfiles con gustos similares y el contexto de lo que aparece en pantalla. Se comportan como un lookbook dinámico que no solo inspira, sino que permite ejecutar la decisión con pocos pasos. Los “tableros hechos para ti” son la otra cara de la moneda: curación recurrente que aparece en el feed con ofertas y novedades coherentes con el estilo detectado y con la temporada.

En catálogo de usos, el primer campo es la moda. Un ejemplo frecuente: una boda civil de día con clima incierto. El asistente devuelve combinaciones con tejidos de entretiempo (lana ligera, algodón grueso), paletas tierra y calzado sin brillos, y añade piezas exteriores por si el tiempo empeora. En hogar, la petición típica gira en torno a la ropa de cama de invierno: funda nórdica de algodón lavado, sábanas de franela, edredón de gramaje medio, cojines con textura y una selección de tonos cálidos que no choque con lo ya guardado en el tablero del dormitorio. El tercer terreno que gana peso es el regalo: presupuesto cerrado, una pista estética (“cerámica japonesa”, “mid-century limpio”), aversión a determinados materiales; la IA compone un set plausible y permite afinar por precio o material.

El sistema acepta matices con facilidad. Si la propuesta inicial muestra un pantalón de pernera recta y el objetivo es una pernera más amplia con tiro medio, basta con pedir ese cambio para que el conjunto se recalibre sin rehacerse por completo. Si la chaqueta convence, pero se prefiere en doble botonadura, el asistente sustituye piezas compatibles sin romper el resto. Esa persistencia del contexto —la memoria a corto plazo de lo que gusta— es el hilo que convierte la inspiración en decisión.

El modelo visual detrás del asistente

Conviene detenerse un momento en el enfoque técnico porque condiciona el resultado. Pinterest sostiene que el motor central del asistente es un modelo de lenguaje visual: un sistema que no solo etiqueta imágenes, sino que razona sobre silencios visuales (siluetas, proporciones, texturas), paletas y combinatoria de piezas. En lugar de buscar coincidencias por texto, relaciona “vibes” con prendas o artículos y estima compatibilidades. Cuando llega una señal lingüística —una petición por voz—, el modelo la traduce a restricciones visuales y de producto.

Esto explica por qué este asistente brilla en búsquedas ambiguas. Conceptos difusos como “boho urbano”, “minimal chic” o “old money discreto” no son grandes amigos de un buscador clásico. Aquí, la IA traslada el concepto a cortes, materiales y colores esperables, y evita devoluciones tópicas. Además, el histórico de Pines aporta contexto muy valioso: no es lo mismo guardar blazers de lana fría que americanas de lino, ni mesas con veta marcada frente a superficies lacadas; el modelo aprende esa preferencia para proponer con mejor tino.

Disponibilidad e idiomas: qué se sabe del despliegue

El anuncio del 31 de octubre de 2025 especifica que la herramienta “ya está disponible” y que su presencia crecerá por oleadas. Como suele ocurrir con funciones de voz y resultados audibles, el despliegue por idiomas y países no es instantáneo. Algunos elementos —como los tableros personalizados y los collages de estilismo— se están viendo con mayor antelación, mientras que la interacción plena por voz llega mediante actualizaciones de app y activaciones por servidor.

En este tipo de lanzamientos, Pinterest prioriza mercados grandes y categorías con inventario suficiente para que las recomendaciones sean accionables. En España, moda de temporada, decoración para viviendas compactas y mesa y cocina son verticales muy activos dentro de la plataforma. Eso favorece que el asistente tenga material con el que trabajar, porque no basta con mostrar ideas: deben existir productos reales que se puedan comprar sin rodeos. El reconocimiento de voz y la síntesis en castellano son piezas igual de críticas para que la experiencia no se sienta a medias.

Aunque la empresa hable de disponibilidad, es normal que no aparezca a todo el mundo al mismo tiempo. La señal más clara de que la función está activa es el icono de micrófono en el cuadro de búsqueda y la aparición de collages “Estilizado para ti” dentro del feed. Si no están, lo habitual es que acaben llegando con una actualización próxima y un encendido progresivo por cuentas.

Usos concretos en moda, hogar y regalos

En moda, el asistente se sitúa un paso antes del buscador tradicional. Cuando no se posee la referencia exacta, pesa más el contexto (tipo de evento, clima, formalidad, presupuesto) que la etiqueta de producto. A partir de ahí, el sistema construye conjuntos que se pueden tocar y ajustar. La calidad se mide en compatibilidad: telas que no compiten entre sí, gamas que no se pisan, volúmenes que dialogan. Si el conjunto resuelve ese equilibrio, se reduce el tiempo de duda y aumenta el clic hacia ficha de producto.

El calzado es un buen campo de prueba. Ante la petición de bota para uso diario con ropa de oficina creativa, la IA tiende a evitar extremos (ni suela muy fina ni plataforma exagerada) y propone pieles con grano visible, suela dentada contenida y puntera redondeada, combinadas con pantalón de lana de caída limpia. No es magia; es estadística bien entrenada sobre lo que funciona en conjunto y sobre lo que la persona ha guardado.

En hogar, el reto son las limitaciones del espacio. Dormitorios pequeños con orientación norte, salones que reciben luz dura de tarde, cocinas sin apenas almacenaje. La IA traduce esas restricciones a materiales y combinaciones realistas: tejidos transpirables para climas cálidos, texturas que aportan profundidad sin sobrecargar, maderas que no oscurecen ambientes reducidos. Cuando aparece la obsesión por un objeto de diseño inalcanzable, el asistente es útil encontrando alternativas inspiradas que respetan proporciones y lenguaje formal.

La categoría de regalos gana peso cada temporada navideña. Con un tope de presupuesto, una afición clara y alguna aversión (por ejemplo, al plástico), el sistema compone sets coherentes que evitan la compra impulsiva y vuelven sobre proveedores con buena reputación dentro del ecosistema de Pinterest. En casos como el café de especialidad, se detecta con facilidad la combinación de molinillo manual, prensa francesa o V60, jarra de cuello de cisne y filtros compatibles, ajustada al importe marcado.

La curación continua de los “tableros hechos para ti” hace el resto. Tras una sesión inicial de refinado, los días siguientes traen variantes cercanas —otra textura, otro proveedor, un precio mejor— que permiten cerrar la decisión sin tener que reconstruir la búsqueda. Si un producto queda sin stock, el asistente reemplaza por equivalentes razonables, sin romper la lógica del conjunto.

Privacidad, control y el papel del contenido generado por IA

El avance de funciones asistidas por IA convive con preocupaciones muy reales sobre privacidad y autenticidad del contenido. Pinterest ha ido incorporando mecanismos de control para que el feed no se inunde de imágenes generadas que no llevan a un producto real. Esa línea es particularmente sensible en moda y hogar, donde las referencias deben corresponderse con artículos disponibles y compras posibles. La compañía, de hecho, insiste en etiquetar contenido modificado o generado y en dar visibilidad a controles que reducen su presencia cuando la experiencia se resiente.

En el plano de datos, el asistente aprovecha señales internas —Pines guardados, tableros activos, interacciones recientes, contexto de pantalla— para ajustar resultados. Esa arquitectura encaja con la tradición de Pinterest, donde el histórico de guardados cuenta una historia precisa de gustos y planes. El texto por voz no viaja solo; se combina con lo que se ve y con lo que se ha guardado para evitar respuestas genéricas. Cuando alguien prefiere minimizar su huella, los ajustes de personalización y los filtros de contenido ayudan a reducir el uso de señales que no aportan valor.

Otra frontera deliberada es la de los llamados agentes autónomos. El asistente no compra por nadie ni toma decisiones financieras en segundo plano. Sugiere, explica, ordena y filtra, pero la acción final —abrir la ficha, confirmar la talla, introducir los datos de pago— permanece en manos del usuario. Es una decisión de diseño que aclare el marco de confianza en una etapa en la que la industria debate dónde colocar el listón de la automatización.

Implicaciones para el mercado y para las marcas

El movimiento coloca a Pinterest en la batalla global por el “asistente de compras” con una propuesta diferencial: el razonamiento visual. Amazon ha empujado su propio asistente —conector entre catálogo gigante y dudas frecuentes—, y Google explota el tamaño de su Shopping Graph como ventaja de escala. Pinterest responde donde domina, en el descubrimiento y en la curación estética, con una IA que no exige la palabra exacta y que tira del histórico de comportamiento para hacer sugerencias accionables.

Para las marcas y comercios, el asistente abre un carril de conversión que requiere datos de producto impecables: tallas, materiales, cortes, variaciones de color, disponibilidad y atributos bien etiquetados. Si una ficha no comunica con claridad qué es, cómo cae, con qué combina y a qué precio, el modelo tendrá pocas razones para seleccionarla. El catálogo estructurado deja de ser un trámite técnico para convertirse en palanca comercial: sin buen dato, no hay hueco en el collage.

Desde la perspectiva de publicidad y rendimiento, toda nueva función que acerque la intención a la transacción tiende a mejorar indicadores. Si el usuario navega menos entre páginas y llega con contexto claro al producto, la probabilidad de añadir al carrito sube. Pinterest, que ya había reforzado formatos accionables en moda y hogar, encuentra en el asistente una capa de orquestación que prioriza lo comprable sin renunciar a su ADN de inspiración.

Otro efecto probable es el impulso a los proveedores medianos con catálogo muy fotografiable y claramente etiquetado. En un feed que premia compatibilidad y claridad visual, la marca que cuida material gráfico y datos compite mejor, aunque no tenga un inventario gigantesco. Para los minoristas tradicionales, la tarea pasa por subir la calidad de imágenes, unificar tallajes y normalizar atributos, porque el asistente no “arregla” fichas confusas: filtra.

En términos de experiencia de usuario, la convivencia con los buscadores clásicos no desaparece. Cuando se conoce exactamente la referencia —un modelo, una talla, una configuración concreta—, la consulta por texto sigue siendo más rápida. El asistente complementa esa vía en los casos en que la intención es estética o contextual y la persona no domina el vocabulario técnico. Esa doble pista es coherente con el posicionamiento histórico de Pinterest.

Lo que marca la diferencia hoy en Pinterest

El lanzamiento del asistente con IA no convierte a Pinterest en otra cosa distinta de lo que ya era, pero reordena prioridades: la plataforma se hace más operativa para cerrar compras sin perder su fuerza visual. El salto de moodboard a probador dinámico lleva tiempo gestándose; ahora encuentra un motor capaz de entender el lenguaje estético y de proponer decisiones razonables con pocos pasos. La voz deja de ser un adorno y pasa a ser pasarela cuando la persona no sabe cómo nombrar lo que busca, y los collages actúan de pasarela inversa: traducen lo que se quiere decir en piezas concretas que, si convencen, se compran.

Queda trabajo por delante —cobertura por países, equilibrio entre contenido real y generado, precisión en ajustes de talla—, pero la dirección de viaje está fijada. Pinterest asume su terreno y apuesta por resolver un problema cotidiano: encontrar sin saber qué palabra usar. Si cuaja, el asistente no será un ornamento en la barra de búsqueda, sino el modo natural de moverse entre ideas y compras en una plataforma que, desde su origen, fue eso: ver, guardar, decidir. Con IA, ese último verbo empieza a pesar más.


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Este artículo ha sido redactado basándose en información procedente de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: Agencia EFE, Pinterest Newsroom, The Verge, Retail Dive, TechCrunch.

Periodista con más de 20 años de experiencia, comprometido con la creación de contenidos de calidad y alto valor informativo. Su trabajo se basa en el rigor, la veracidad y el uso de fuentes siempre fiables y contrastadas.

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