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Como conseguir eSim en Vietnam: ¡no te quedes sin móvil!

Conéctate en Vietnam con eSIM: opciones reales para datos y número local, precios claros, pasos seguros y consejos para evitar revendedores.
La vía más rápida y limpia es instalar una eSIM internacional antes de volar y activarla al aterrizar. Se compra desde el móvil, llega un código QR por correo o en la propia app y, al encender el modo avión en destino, solo hay que seleccionar ese perfil para tener datos en redes locales como Viettel, Vinaphone o MobiFone. Sirve para mapas, mensajería, correo, reservas y todo lo cotidiano; evita colas en el aeropuerto y los mostradores ambiguos. Los planes van desde paquetes básicos de 1 a 3 GB para una escapada breve hasta opciones de 10, 20 o 30 GB para un itinerario amplio, con 4G/5G estable en ciudad y buen rendimiento en carretera si la plataforma elige bien la red anfitriona.
Si, además de datos, hace falta un número vietnamita para recibir SMS de verificación (OTP), abrir cuentas en servicios locales o hacer llamadas nacionales, lo correcto es tramitar una eSIM de operador en tienda oficial. Piden pasaporte físico para el registro obligatorio, vinculan la línea a la identidad de la persona usuaria y entregan un perfil eSIM con voz y datos. Con ese alta, las apps locales reconocen el número +84 sin trabas y las recargas posteriores son transparentes. Es un procedimiento rápido, estandarizado y con soporte técnico real.
Dos rutas claras: eSIM internacional o eSIM local con número
El mercado distingue bien dos soluciones complementarias. La eSIM internacional funciona como un pase de datos que usa la red local en itinerancia técnica, sin generar un número vietnamita. Ventaja evidente: se activa en minutos, no requiere documentación, el coste es previsible y, si sucede un contratiempo con el perfil, la app permite reemitirlo o cambiar de red anfitriona con un toque. Para quien necesita conectividad inmediata —llegar, pedir un coche, abrir el mapa y tirar para el hotel— es difícil discutir su conveniencia. El reverso de la moneda: no recibe SMS locales y, en algunos planes promocionales, limita la compartición de Internet con otros dispositivos.
La eSIM nacional, en cambio, sí crea una línea vietnamita a tu nombre. La expiden en tiendas oficiales de Viettel, Vinaphone o MobiFone, exigen ver el pasaporte y, a veces, toman una fotografía del rostro como parte del KYC. Desde ese momento se puede recibir OTP de bancos y servicios, usar apps que exigen un número local, llamar a comercios que no trabajan con plataformas de mensajería y recargar en cualquier punto autorizado. ¿La desventaja? Requiere desplazarse hasta una tienda y ajustarse a los paquetes locales, que a menudo combinan datos de alta velocidad hasta un umbral diario y, a partir de ahí, reducen la velocidad hasta la medianoche.
Para itinerarios mixtos, una estrategia sólida es combinar ambas: eSIM internacional para aterrizar con datos al instante y, ya en la ciudad, alta en tienda para obtener número local si el plan del viaje lo exige. No hay conflicto técnico: los móviles recientes gestionan varios perfiles eSIM a la vez y permiten decidir qué línea usa los datos, cuál gestiona las llamadas o si se autoriza el intercambio automático según cobertura.
Compra y activación sin tropiezos
Instalar una eSIM internacional paso a paso
El recorrido es simple. Primero, confirmar que el móvil admite eSIM. iPhone lo integra desde modelos recientes y, en Android, lo incorporan con naturalidad gamas como Google Pixel, Samsung Galaxy y otros fabricantes actuales. Después, elegir proveedor en función del uso: hay plataformas con planes por volumen (5, 10, 20 GB), otras que ofrecen datos “ilimitados” con política de uso razonable y algunas que añaden paquetes regionales por si el viaje sigue por países vecinos del Sudeste Asiático. La compra llega con un QR, que se escanea desde Ajustes y añade el perfil. Al activar “Datos móviles” y “Itinerancia de datos” en ese perfil, el teléfono negocia la conexión con la red local y queda operativo.
Dos detalles evitan disgustos. Primero, dejar la SIM española como línea secundaria solo para llamadas/SMS, pero rutar los datos por la eSIM de Vietnam. Así siguen entrando mensajes de verificación de bancos o plataformas europeas sin que el tráfico de datos consuma fuera de tarifa. Segundo, desactivar los datos móviles en la línea española para blindarse ante actualizaciones silenciosas o sincronizaciones de fondo.
Dar de alta una eSIM local en tienda oficial
Si hace falta número vietnamita, el trámite en tienda es directo. Conviene entrar a una sucursal oficial en el centro de la ciudad en lugar de comprar en mostradores de aeropuerto, donde abundan los revendedores. Se presenta pasaporte físico, se elige un plan prepago con voz y datos y, en la mayoría de casos, la persona dependiente instala la eSIM o entrega un QR para añadirla en el móvil. El contrato de prepago queda asociado a la identidad de la persona usuaria y los cargos posteriores se hacen con recargas. En pocos minutos la línea está operativa y lista para recibir OTP o llamadas locales.
Al elegir plan, ayuda pedir claridad en tres puntos: cuánta velocidad máxima ofrece el bono diario antes de la reducción, qué minutos de voz incluye para llamadas locales y durante cuántos días de validez se mantiene activa la línea sin recarga. Ese triángulo define la experiencia real más que los gigas teóricos de los carteles.
Cobertura y redes que marcan la diferencia
Vietnam dispone de tres grandes operadores móviles con presencia en todo el país. Viettel suele ser la referencia de cobertura global, por densidad de antenas y estabilidad fuera de los principales corredores urbanos. Vinaphone compite con buen rendimiento en capitales y ciudades costeras muy turísticas, con 5G disponible en zonas céntricas. MobiFone muestra solidez urbana, aunque en determinadas áreas rurales va un paso por detrás.
Ese escalón se nota en carretera o cuando el viaje pisa territorio montañoso, delta o tramos de litoral menos poblados. Mapas que recomputan sin cortes, llamadas con menos eco y menor latencia al abrir webs o cargar contenido definen la jornada. Por eso, cuando una plataforma de eSIM internacional permite elegir red anfitriona manualmente, conviene priorizar Viettel y usar Vinaphone como alternativa en escenarios puramente urbanos. Si el perfil cambia de red en segundo plano, como hacen muchas apps, el algoritmo suele perseguir el mejor enlace disponible según señal y congestión.
La foto cambia poco en interiores. En edificios antiguos o con estructuras muy densas, el 4G penetra mejor que algunas bandas de 5G; si la velocidad cae dentro de hoteles o cafés con paredes gruesas, forzar 4G/LTE en ajustes da resultados inmediatos. En horario punta, sobre todo en ejes de oficinas o cerca de campus universitarios, la red puede saturarse por minutos; en esos casos, cambiar de banda preferida o alternar a otra red anfitriona desbloquea la situación.
Precios reales y cómo elegir sin pagar de más
Los precios de las eSIM internacionales se han estabilizado en un rango claro. Hay paquetes económicos de 1 a 3 GB pensados para escapadas cortas, bonos medios de 5 a 10 GB que cubren con holgura una semana de uso moderado y planes de 15 a 30 GB para quien trabaja en remoto, sube fotos en alta resolución o comparte Internet con el portátil. En los planes “ilimitados”, la letra pequeña manda: algunos incluyen política de uso justo diaria y topes al tetethering; otros liberan la compartición, especialmente en modalidades mensuales. Elegir bien significa ajustar el volumen de datos a hábitos reales: navegación, mapas, música en streaming con calidad normal y mensajería gastan menos de lo que se imagina cuando el teléfono no tira de copias en la nube a toda resolución.
En eSIM nacionales, las tiendas oficiales suelen ofrecer combos con datos de alta velocidad hasta un umbral diario —varía por plan— y velocidad reducida el resto del día. Este diseño beneficia a quien consume mucho por rachas (subir vídeos, videollamadas, mapas en directo en trayectos largos), con un coste por giga real muy competitivo. Añaden minutos locales suficientes para llamadas a hoteles, restaurantes o servicios sin WhatsApp. Quien solo necesita datos puede pedir específicamente un plan “solo datos”, disponible en catálogos de operador.
Una combinación práctica para itinerarios de dos o tres semanas es activar una eSIM internacional pequeña para aterrizar con todo operativo —traslado, check-in, primera noche— y, tras dormir, pasar por la tienda para obtener número vietnamita y un plan local que cubra el grueso del viaje. Esa secuencia reduce estrés y evita decisiones con jet lag.
Ajustes técnicos que evitan quebraderos de cabeza
El 99 por ciento de las activaciones de eSIM se comportan como un plug and play de libro. Aun así, hay ajustes que conviene tener a mano. En iPhone, Ajustes > Datos móviles > Líneas permite marcar qué línea usa datos y, en Opciones de datos móviles, activar “Itinerancia de datos” si el perfil lo requiere. En Android, la ruta típica pasa por Ajustes > Conexiones > SIM manager para elegir línea de datos y Redes móviles para fijar 4G/5G como preferido.
Cuando la navegación no arranca pese a tener barras de cobertura, el remedio clásico es revisar el APN. En Viettel, el APN suele ser “v-internet”; en Vinaphone, “m3-world”; en MobiFone, “m-wap”. Usuario y contraseña se dejan vacíos, salvo indicación expresa. Es poco frecuente tener que tocarlo, pero escribir bien ese campo resuelve la mayoría de casos extraños tras una restauración o un cambio brusco de red.
También ayuda apagar y encender el modo avión durante 30 segundos si la señal aparece congelada, así como reiniciar el dispositivo tras añadir o eliminar perfiles eSIM. En teléfonos de doble SIM, la casilla “Permitir cambios de datos móviles” en iPhone o el selector de datos en Android facilitan que el sistema salte a la línea con mejor señal cuando la actual se degrada.
Un apunte sobre WhatsApp y autenticación: si se instala una eSIM nacional con número nuevo, no es obligatorio migrar la cuenta de WhatsApp. Lo habitual es mantener el WhatsApp vinculado al número de siempre y usar el +84 únicamente para OTP locales, llamadas y registros específicos. Evita confusiones con contactos y mantiene intactos los grupos.
Errores habituales y cómo esquivarlos
Hay patrones que se repiten en los aeropuertos más transitados: mostradores con logos de operador que, en realidad, son revendedores. Ofrecen paquetes caros, prometen “activación sin pasaporte” de líneas nacionales y, semanas después, el número se bloquea por falta de registro o no admite recargas. La manera de evitarlo es sencilla: no comprar líneas locales en la terminal y entrar a una tienda oficial en ciudad. Allí registran el pasaporte, explican el plan con transparencia y entregan factura.
Otro clásico: perfiles eSIM instalados a toda prisa que no se etiquetan. Conviene renombrar cada línea (“Datos Vietnam”, “Llamadas España”) para identificar al vuelo cuál está activa. Lo mismo con los ajustes de itinerancia: dejarla habilitada en el perfil de datos vinculado a la eSIM internacional, desactivarla en la línea española.
La compartición de Internet causa sustos. Algunos planes internacionales restringen el tethering o lo limitan por día. Antes de compartir Wi-Fi con varios dispositivos en un tren largo, merece la pena abrir la app del proveedor y confirmar si hay tope. Si el trabajo depende de ello, mejor contratar un plan que permita hotspot sin limitaciones o, en su defecto, usar la eSIM nacional para esa tarea, porque los planes locales suelen permitirlo con mayor holgura.
Cuando no llegan códigos de verificación de apps vietnamitas, la explicación es prosaica: la eSIM internacional solo transporta datos; no recibe SMS. La solución no es técnica, es contractual: alta en tienda para obtener número +84. Y si ya se tiene esa línea y los OTP siguen sin llegar, el paso lógico es pedir en tienda que revisen el estado del registro; si falta un campo de KYC, lo completan.
Casos de uso: qué perfil encaja en cada viaje
Un viaje relámpago que solo incluye capital y una ciudad costera funciona perfecto con eSIM internacional de 5 a 10 GB. El consumo real —mapas, mensajería, correo, redes con moderación— suele quedar muy por debajo del techo del bono. Si surge un imprevisto y se agota, ampliar datos desde la app se hace en segundos.
Un itinerario largo, con trabajo en remoto y saltos entre ciudades, costas y áreas montañosas agradece eSIM internacional amplia para el primer tramo y, en cuanto hay hueco, eSIM nacional con buen paquete diario. Esa mezcla reduce los momentos sin red, facilita anclar el portátil por tethering y ofrece número local por si hay que activar servicios, recibir OTP o llamar a un proveedor.
Quien se mueve en grupo y comparte Internet con varias personas haría bien en verificar el hotspot del plan elegido. Si hay restricciones, compensa repartir el tráfico: dos perfiles eSIM de datos en móviles diferentes, ambos con permisos de tethering, con lo que se diluye la carga y se evitan cierres por política de uso.
Dudas recurrentes que conviene despejar sin rodeos
¿Hace falta hablar con antelación con el operador? Para eSIM internacional, no. La activación es auto-servicio. Para eSIM nacional, tampoco, aunque elegir una tienda céntrica facilita la gestión en inglés y el acceso a planes actualizados.
¿Se puede conservar la eSIM para otro viaje? En internacional, depende del periodo de validez; si el plan caduca, se contrata uno nuevo y se descarta el perfil viejo. En nacional, la línea puede mantenerse activa con recargas periódicas; si se abandona, el operador la recicla tras un tiempo y conviene darla de baja si no se va a usar.
¿Qué pasa con la seguridad y la privacidad? El registro con pasaporte físico en líneas nacionales no es opcional. En eSIM internacional, no hay KYC local porque no se crea línea vietnamita; la plataforma aplica su propio proceso de alta y términos de servicio. En ambos casos, proteger el QR de instalación es básico: es un identificador sensible que permite reinstalar la eSIM en otro dispositivo.
Un plan sencillo que funciona en la práctica
La conectividad en movilidad no tiene por qué convertirse en un rompecabezas. Para conectarse desde el primer minuto, la receta más robusta es comprar una eSIM internacional antes de salir de casa, instalarla y aterrizar con datos activos. Para quienes necesitan un +84 real, la siguiente pieza encaja al visitar una tienda oficial de Viettel, Vinaphone o MobiFone: alta con pasaporte, número operativo, paquetes transparentes y soporte si algo falla.
Con esa doble palanca —datos inmediatos más línea local— se cubre el mapa completo: navegación estable en urbe y carretera, OTP sin sobresaltos, llamadas locales cuando tocan, tethering controlado y precios razonables sin regateos en aeropuertos. No hay magia, solo procedimientos claros y decisiones simples en el orden correcto. El resultado es un viaje con cobertura donde importa, con el móvil como herramienta fiable y sin convertir la palabra “tarifa” en una preocupación diaria.
🔎 Contenido Verificado ✔️
Este artículo se apoya en información contrastada y de sitios oficiales y medios técnicos de referencia. Fuentes consultadas: Apple Support, VNPT / VinaPhone, Opensignal, Viettel, Xataka Móvil, OCU, Cinco Días (EL PAÍS).

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