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Cultura y sociedad

Benidorm Fest: qué es y por qué es importante para Eurovisión

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Benidorm Fest 2026: qué es, cómo funciona, fechas, sistema de voto y por qué pesa en Eurovisión. Historia, reglas, entradas y claves útiles.

El Benidorm Fest es el mecanismo oficial con el que RTVE elige, desde 2022, la canción y el artista que representan a España en el Festival de Eurovisión. Es un certamen televisivo con galas en directo, jurado profesional y voto popular. Funciona como una preselección moderna, competitiva y transparente que ha cambiado —para bien— la conversación sobre nuestro papel en el certamen europeo. En 2026 celebrará su quinta edición en el Palau d’Esports l’Illa de Benidorm, con dos semifinales y una final: 10, 12 y 14 de febrero. Quien gane viajará con ese tema —el mismo— a Eurovisión 2026.

La importancia es tangible. Desde que Benidorm volvió al mapa con este formato, España compite con propuestas trabajadas, escenografías de estándar internacional y un proceso de promoción medido al milímetro. El impacto se nota en audiencias, en listas de reproducción, en giras, en la conversación pública… y en los resultados. Chanel devolvió a España al podio europeo en 2022; el resto de ediciones han mantenido el listón mediático, con debates, crónica pop y foco en la excelencia escénica. En 2026, además, el evento llega con equipo artístico reforzado y premio económico para profesionalizar la candidatura.

Benidorm Fest qué es: definición, origen y propósito

El Benidorm Fest es un concurso televisivo musical organizado por RTVE, el Ayuntamiento de Benidorm y la Generalitat Valenciana. Su objetivo: elegir la mejor candidatura posible para Eurovisión con criterios artísticos y técnicos, y hacerlo a través de un espectáculo sólido que genere música, industria y audiencia. Ese propósito tiene raíces en la tradición: bebiendo del histórico Festival Internacional de la Canción de Benidorm (1959–2006), el formato se relanzó en 2021 y debutó en 2022 como preselección eurovisiva estable.

El planteamiento es claro: apertura a la industria (sellos, editoriales, managers), ventanilla pública para autores e intérpretes emergentes, selección en varias fases, galas en directo en prime time y votación mixta. No es un “talent” de improvisación. Es competición con normas, calendario, derechos y compromisos de promoción. El resultado, en apenas cuatro ediciones, es una marca reconocible con credibilidad dentro del ecosistema eurovisivo.

Benidorm Fest 2026: fechas, sede y equipo

La edición Benidorm Fest 2026 se celebrará el martes 10 (semifinal 1), el jueves 12 (semifinal 2) y el sábado 14 de febrero (gran final) en el Palau d’Esports l’Illa de Benidorm. La ciudad valenciana se ha consolidado como sede natural del evento por logística, identidad y proyección exterior: el clima, la conectividad con Alicante y la oferta hotelera facilitan una semana con ambiente de festival.

Una novedad relevante es la figura del director artístico, responsable de cohesionar la puesta en escena de todas las candidaturas y garantizar una estética de gala homogénea, competitiva y técnicamente exigente. Este rol, acompañado por un equipo de dirección visual, realización, iluminación y coreografía, marca la pauta desde los primeros ensayos y eleva el listón de las actuaciones. Al mismo tiempo, el evento incorpora un premio económico de 150.000 euros a la candidatura ganadora, repartido en 100.000 para intérpretes y 50.000 para autoría, con el objetivo de dotar de recursos a la producción y a la promoción hasta Eurovisión.

Así se eligen canciones y artistas: de la inscripción a las galas

El recorrido de cada candidatura empieza meses antes. RTVE abre dos vías de selección: inscripción pública en su web y invitación directa a perfiles artísticos de interés. Concluido el plazo, un comité de selección escucha, criba y ordena. El número de participantes se fija en 16 (o hasta 20 si la calidad media lo justifica), que pasan a la fase televisiva. A partir de ese momento, los tiempos corren y las reglas importan.

Inscripción y comité de selección

En 2026 se volvió a bater récord de envío de canciones (centenares de candidaturas, con avalancha final en el último día de plazo). La doble vía —pública y por invitación— equilibra talento emergente e industria, y ha demostrado funcionar: combina propuestas de compositores nuevos con artistas con trayectoria, y suma miradas diversas (pop, electrónica, urbano, raíz, alternativa, híbridos).

El calendario interno incluye entregas de materiales previos, versiones “premaster” y “master” de las canciones, y reuniones de puesta en escena entre octubre y diciembre. Esos encuentros sirven para alinear expectativas, definir escenografías, vestuario, dirección de cámaras y efectos, y para ajustar cada propuesta a los recursos y a los criterios técnicos de la organización.

Reglas de las canciones y de la puesta en escena

Las normas son precisas y están alineadas con Eurovisión: duración máxima de 3:00 minutos, canciones inéditas (no publicadas antes del 1 de septiembre del año anterior), vocals en directo para la voz principal, coros en directo o pregrabados sin doblar la voz líder, y un máximo de seis personas en escena. Se fomenta el uso del castellano y lenguas cooficiales; se admiten fragmentos en otros idiomas dentro de límites concretos. El objetivo es competitivo, pero también cultural: reforzar un catálogo con identidad española contemporánea, sin renunciar a la proyección global.

Dirección artística y puestas en escena

Cada candidatura propone ideas de escenografía y narrativa. El equipo artístico de RTVE —liderado por el director o la directora artística— coordina y supervisa que cada número funcione y que, como conjunto, la gala tenga coherencia visual. Esto ataja un problema clásico de las preselecciones: actuaciones desconectadas, excesos o ideas que no se pueden ejecutar en directo. La dirección artística no “uniformiza” estilos; ayuda a pulir, potencia puntos fuertes y evita errores de realización que cuesta corregir una vez está todo en marcha.

Galas y sistema de votación: cómo se decide el ganador

El formato televisivo es estable: dos semifinales con ocho candidaturas cada una (si se amplía el cupo, se ajusta el reparto), cuatro pases por semifinal hacia la final y una gran final con ocho números en liza. La distribución y el orden de actuación se determinan por criterios operativos y televisivos: ritmo de gala, necesidades técnicas, transiciones entre géneros.

Semifinales y final en directo

Las tres galas se emiten en La 1 y RTVE Play. Ensayos, ruedas de prensa y acciones promocionales construyen el relato de la semana, con contenidos digitales y emisiones paralelas que amplifican el alcance del evento. La gran final del sábado marca el pico de visibilidad, con entrevista posterior a la candidatura ganadora y la ya clásica imagen del micrófono de bronce.

Porcentajes, desempates y garantías

El resultado se decide mediante votación mixta con ponderación fija: 50% jurado profesional, 25% panel demoscópico y 25% televoto (llamadas, SMS y aplicación). El jurado profesional lo integran perfiles nacionales e internacionales —jefaturas de delegación, productores, artistas, periodistas especializados—, y el panel demoscópico es una muestra estadística de la población española. Si hay empate, prevalece la puntuación del jurado profesional. La organización publica los detalles de la mecánica con una semana de antelación y contempla protocolos ante fallos técnicos para preservar la integridad del resultado.

Qué cambia en 2026

Varias piezas relevantes: el regreso del jurado demoscópico al reparto del voto, la introducción de una dirección artística centralizada para elevar estándares y, por primera vez, un premio económico robusto. También se abre la puerta a ampliar hasta 20 el número de participantes si el nivel medio lo justifica. Y se afianza la idea de un equipo creativo transversal (dirección visual, iluminación, realización, coreografía) que trabaja desde octubre para que nada quede a merced de la improvisación.

Resultados y repercusión: del Benidorm Fest a Eurovisión

Cuatro ediciones bastan para medir el efecto. Chanel (2022) fue un punto de inflexión: podio en Eurovisión y récord histórico de puntos para España. Blanca Paloma (2023) reivindicó una línea de vanguardia y raíz con “Eaea”, que terminó 17.ª en Liverpool, pero dejó un sello estético y mediático innegable. Nebulossa (2024) ganó con “Zorra”, probablemente la canción española más discutida —y viral— de la década; en Malmö firmó un 22.º lugar, mientras en España convertía el tema en fenómeno cultural. En 2025, Melody venció el Benidorm Fest con “Esa diva” y lideró audiencias con una final que volvió a dominar el prime time; los datos consolidaron el evento como una de las grandes citas musicales de la TV pública.

Más allá de los puestos, la medida del éxito se ve en otros indicadores. Los repertorios crecen en streaming tras las galas, las giras ganan fuelle, los suelos técnicos de las actuaciones se han profesionalizado y España vuelve a generar narrativas eurovisivas con ambición: equipos de composición con músculo, videoclips trabajados, campañas de promoción internacional, acuerdos con productores y realizadores de primer nivel. El Benidorm Fest ha roto inercias: estar “a la altura” ya no es aspiracional, es la base.

La conexión con Eurovisión, además, se redondea con el calendario europeo. En 2026, el certamen se celebrará en Viena, con España clasificada directamente a la final por pertenecer al Big Five. Que el Benidorm Fest apunte alto no es pose: llegar con un concepto sólido —canción, voz, directo y relato audiovisual— marca la diferencia en una final donde todo se decide en tres minutos.

España en 2026: lo que está en juego

La quinta edición tiene un valor simbólico: cierra el primer ciclo de la nueva era. Cinco años bastan para fijar un estándar y, si hace falta, corregir el tiro. Los cambios introducidos —dirección artística, vuelta del demoscópico, premio económico— apuntan a una ambición concreta: asegurar que la candidatura española nazca y crezca desde Benidorm con un plan deportivo, no solo televisivo. El calendario ayuda: presentar las canciones en diciembre deja margen para la promoción, la reacción del público y los ajustes de realización. El hecho de que las reuniones de escenografía arranquen en otoño —y no en enero— evita llegar corto de ensayos, una lección aprendida en toda Europa.

El contexto europeo empuja en la misma dirección. Las candidaturas que mejor funcionan no improvisan: diseño de luces con lógica narrativa, cámaras con idioma propio, mezcla de audio clara y —en lo musical— estribillos memorables o conceptos que se fijan. España ya juega ese partido y lo hace con herramientas profesionales. Que el comité de selección sea exigente en la elección de canciones no es un capricho: tres minutos piden melodía competitiva, letra sin lugares comunes y una producción que, en directo, no se venga abajo. Si además la propuesta permite lecturas visuales potentes (planos, escenografía, coreografía), el salto es mayor.

A eso se suma el tejido industrial. El Benidorm Fest se ha convertido en escaparate para productores, realizadores, coreógrafos, diseñadores de vestuario y light designers españoles que hoy compiten de tú a tú con equipos nórdicos o bálticos, referentes en Eurovisión. Ese capital humano —y creativo— se queda y se replica en giras y festivales, y eleva el nivel medio de la escena. La suma de industria + televisión + ciudad sede es, de hecho, uno de los grandes intangibles del proyecto.

Un repaso a las ediciones anteriores: aprendizajes que pesan

2022 (Chanel, “SloMo”). La irrupción que cambió la percepción externa. Coreografía afilada, realización vertiginosa y una artista que llegó a Turín con precisión quirúrgica. El podio devolvió a España a la conversación europea y resignificó el valor del Benidorm Fest para la industria local.

2023 (Blanca Paloma, “Eaea”). Un caso de estilo y coherencia. La propuesta de raíz y vanguardia consolidó el festival como plataforma para lenguajes menos previsibles. No todo es pop radiofónico: hay espacio para el concepto, la identidad y la diferencia.

2024 (Nebulossa, “Zorra”). La edición de la gran conversación social. Un tema polémico que abrió debates sobre lenguaje, empoderamiento y lectura feminista. En lo musical, España no rozó el top 10 europeo; en lo cultural, el impacto fue enorme, con un himno pop que cruzó generaciones.

2025 (Melody, “Esa diva”). El retorno al espectáculo clásico con músculo televisivo. Producción solvente, gancho melódico y dominio del directo. El dato de audiencia confirmó que el Benidorm Fest es un evento central de la parrilla de invierno. El listón mediático —y las expectativas— subieron de nuevo.

De cada edición salen lecciones: la importancia de elegir bien la canción antes que la escenografía; el peso del tempo televisivo en las galas; la necesidad de controlar el audio (coros, mezcla, dinámica); el valor de ensayar conceptos de cámara con tiempo. En 2026, con el engranaje más afinado, esas lecciones están integradas en el proceso.

Guía práctica de 2026: calendario, anuncios y cómo seguirlo

El “reloj” del Benidorm Fest 2026 corre en varias fases. Tras el cierre de candidaturas, el anuncio de participantes abre la pretemporada pública. Las canciones se presentan en diciembre, con estrenos que suelen llegar en programas especiales, plataformas digitales y contenidos de RTVE Play. En enero, la maquinaria se acelera con ensayos en Benidorm, rodaje de recursos y ajustes de realización. Y, ya en febrero, semifinales y final en directo desde el Palau d’Esports l’Illa.

RTVE estructura contenidos de apoyo —previas, aftershows, ruedas de prensa— que amplían la cobertura. La conversación en redes, y las reacciones a fragmentos de ensayos y directos, influyen en percepciones y pronósticos. Pero la decisión se toma donde debe: en las galas y con el voto. El televoto y la app pesan un 25% del total; el panel demoscópico, otro 25%; y el jurado profesional, la mitad. Esa mezcla es deliberada: equilibra industria y público, y reduce sesgos.

Un apunte sobre derechos y promoción. El ganador asume compromisos de disponibilidad con RTVE: promoción nacional e internacional, rodajes, ensayos y presencia en eventos vinculados. También hay una gestión de derechos clara para poder explotar las actuaciones y garantizar que la candidatura llegue a Eurovisión con todo en regla. No es un detalle menor: a ese nivel no se puede improvisar un clearance a última hora.

España, Benidorm y el termómetro del pop que viene

Cinco años después del arranque, el Benidorm Fest ya no es una promesa. Es un ecosistema profesional en el que canciones, artistas y equipos técnicos se miden con estándares europeos. El 2026 llega con recursos extra, una dirección artística con mano y un reparto del voto equilibrado.

El reto es el de siempre: acertar con la canción y no perder foco en el directo. Si la propuesta española suma melodía competitiva, identidad clara y una puesta en escena que cuente —en tres minutos— una historia que se entienda de Viena a Vilna, España estará en la conversación del sábado noche. Benidorm, por su parte, seguirá marcando el pulso del pop que viene.

Entradas Benidorm Fest 2026

La venta de entradas se realiza a través de los canales oficiales de RTVE y se anuncia con antelación en los perfiles del festival y en la web corporativa.

Por experiencia reciente, el volumen se agota en minutos y se habilitan cupos por jornadas (semifinales y final), con asientos reservados para movilidad reducida. Como referencia, en 2025 los precios se situaron en torno a 30 euros para semifinales y 40 euros para la final, con aforos que rozan el millar de localidades por gala en el Palau d’Esports l’Illa.

Para 2026, el patrón será similar —anuncio previo, venta centralizada y tramos horarios definidos—, con posible fila cero solidaria si la organización lo decide. La recomendación es clara: crear cuenta en la plataforma de venta con antelación, verificar métodos de pago y estar conectado a la hora exacta del lanzamiento, porque la demanda es muy alta.


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Este artículo ha sido redactado basándose en información procedente de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: RTVE, Televisión Española, Ayuntamiento de Benidorm, Eurovisión RTVE, El País.

Periodista con más de 20 años de experiencia, comprometido con la creación de contenidos de calidad y alto valor informativo. Su trabajo se basa en el rigor, la veracidad y el uso de fuentes siempre fiables y contrastadas.

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