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Salud

Porque me atraganto mucho al comer

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chico sentado atragantandose

Atragantarse al comer puede ser más peligroso de lo que imaginas. Descubre por qué ocurre y cómo prevenirlo para disfrutar de tus comidas sin riesgos.

Comer es una de las experiencias más satisfactorias de la vida. Compartimos comidas con amigos y familiares, disfrutamos de los sabores y nos nutrimos para tener energía. Pero, cuando un atragantamiento interrumpe ese momento de placer, puede generar angustia y miedo. No solo es una situación molesta y alarmante, sino que también puede llegar a ser peligrosa.

Si notas que te atragantas con frecuencia al comer, es importante que prestes atención y busques el motivo. A veces, puede ser simplemente un mal hábito, como no masticar bien los alimentos o ingerir comida de manera apresurada. Pero en otros casos, podría indicar un problema médico subyacente, como un trastorno neurológico o una condición que afecta la deglución. Entender qué ocurre en el cuerpo cuando tragamos, por qué se producen los atragantamientos y cómo prevenirlos es clave para evitar sustos innecesarios y garantizar una alimentación segura.

El proceso de la deglución: una coordinación perfecta

Tragar parece un acto simple y automático, pero en realidad es un proceso altamente coordinado que involucra a más de 50 pares de músculos y múltiples nervios. Cada vez que comemos, nuestro cuerpo pone en marcha un mecanismo dividido en varias fases para asegurar que el alimento llegue de manera segura al estómago.

Primero, la boca se encarga de triturar los alimentos y mezclarlos con saliva para formar el bolo alimenticio. Luego, cuando estamos listos para tragar, este bolo es empujado hacia la parte posterior de la garganta. Aquí entra en juego la epiglotis, una pequeña estructura cartilaginosa que actúa como una tapa y se cierra sobre la tráquea, impidiendo que los alimentos entren en las vías respiratorias.

Si todo funciona correctamente, el alimento sigue su camino a través del esófago hasta llegar al estómago. Pero si hay una descoordinación en este proceso, ya sea por un movimiento involuntario, una masticación deficiente o un problema físico, el alimento puede desviarse hacia la tráquea, provocando un atragantamiento.

chica desconfiada mirando bocata

¿Por qué nos atragantamos?

El atragantamiento puede ocurrir por diversas razones, algunas de ellas más comunes de lo que imaginamos. Comer demasiado rápido, hablar mientras se mastica o reír con la boca llena son algunas de las causas más habituales. Pero cuando los atragantamientos son frecuentes, pueden estar vinculados a problemas médicos.

Uno de los trastornos más asociados a la dificultad para tragar es la disfagia, una condición que afecta la capacidad de mover los alimentos o los líquidos de la boca al estómago. Esta dificultad puede deberse a diversas razones, como enfermedades neurológicas (​Parkinson, ELA, esclerosis múltiple, accidentes cerebrovasculares), trastornos musculares, problemas estructurales en el esófago (​estenosis esofágica, anillo de Schatzki, tumores), o incluso reflujo gastroesofágico crónico.

También influye el proceso natural de envejecimiento. A medida que pasan los años, los reflejos de deglución pueden volverse más lentos y menos efectivos, lo que hace que los adultos mayores sean más propensos a atragantarse.

Atragantamiento: un problema serio con consecuencias fatales

El atragantamiento no es solo una situación molesta y momentánea. En algunos casos, puede convertirse en un problema letal. En España, los atragantamientos son la tercera causa de muerte no natural, solo por debajo de los suicidios y las caídas accidentales. Según datos oficiales, en 2021 fallecieron 2.994 personas por obstrucciones en las vías respiratorias causadas por atragantamientos, lo que equivale a más de ocho muertes al día.

A nivel mundial, la situación también es preocupante. En Estados Unidos, se registraron 5.325 muertes por atragantamiento en 2021, lo que significa que una persona muere cada 1,6 horas debido a este problema. La mayoría de las víctimas son personas mayores de 65 años, niños pequeños y personas con trastornos neurológicos.

Las principales causas de estos atragantamientos fatales incluyen alimentos de textura densa o fibrosa, como carne mal masticada, pan seco, frutos secos y alimentos pegajosos como el queso derretido o el caramelo. También se han registrado muchos casos en los que los atragantamientos ocurrieron por ingestión accidental de pequeños objetos, sobre todo en niños.

¿Cómo actuar en caso de atragantamiento?

Si alguien se atraganta y puede toser, lo mejor es permitir que siga tosiendo con fuerza. La tos es el mecanismo natural del cuerpo para expulsar obstrucciones. Sin embargo, si la persona no puede hablar, respirar ni emitir sonidos, se encuentra en peligro y se debe actuar de inmediato.

La maniobra de Heimlich es la técnica de primeros auxilios más efectiva en estos casos. Consiste en colocarse detrás de la persona afectada, rodear su cintura con los brazos y realizar compresiones rápidas y firmes hacia adentro y arriba, en la zona justo encima del ombligo, para intentar desalojar el objeto obstruido.

Llamar a los servicios de emergencia debe ser una prioridad mientras se realizan los intentos de desobstrucción, ya que cada segundo cuenta en una situación de asfixia.

hombre sentado comiendo pizza

Las claves para evitar el atragantamiento

El atragantamiento es una situación que puede poner en riesgo la vida en cuestión de segundos. Para reducir esta posibilidad, es fundamental adoptar hábitos seguros al comer.

Es importante masticar bien los alimentos para facilitar la deglución y evitar hablar o reír con la boca llena, ya que estos actos pueden provocar que la comida tome una trayectoria incorrecta y bloquee las vías respiratorias. Además, es recomendable no comer con prisa ni en posiciones que dificulten la ingesta, como acostado o reclinado.

Existen ciertos alimentos con mayor riesgo de causar obstrucciones, especialmente en niños y ancianos, quienes tienen una capacidad de masticación y deglución más limitada. Entre estos se incluyen frutos secos, caramelos duros, uvas enteras, salchichas sin cortar en trozos pequeños, palomitas de maíz y carnes con textura fibrosa. Para los más pequeños, es esencial ofrecer alimentos en presentaciones seguras, como cortar en pequeños trozos o aplastar ciertas frutas para facilitar su paso por la garganta.

Además de adoptar estas medidas, es fundamental conocer la maniobra de Heimlich, una técnica de primeros auxilios que puede salvar vidas en caso de un atragantamiento grave. Toda persona debería recibir formación básica en primeros auxilios, ya que actuar rápidamente en estas situaciones puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Comer debe ser un momento de disfrute, no una situación de riesgo. Cuidar la deglución es cuidar la vida.

Los buenos hábitos, tu solución

La prevención es la herramienta más eficaz para evitar accidentes por atragantamiento. Adoptar hábitos seguros al comer, ser conscientes de los riesgos de ciertos alimentos y aprender maniobras de auxilio son pasos fundamentales para garantizar una alimentación segura. En especial, los niños, los ancianos y las personas con problemas de deglución requieren mayor atención y cuidados específicos.

Asimismo, la educación sobre primeros auxilios debería formar parte del conocimiento básico de cualquier persona. Saber cómo reaccionar ante una emergencia puede marcar la diferencia en la vida de un ser querido o incluso de un desconocido.

En definitiva, pequeños cambios en la rutina alimentaria y una actitud preventiva pueden reducir significativamente los riesgos y convertir la hora de la comida en un momento seguro y placentero.


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Este artículo ha sido elaborado basándose en información de fuentes oficiales y confiables, garantizando su precisión y actualidad. Fuentes consultadas: MedlinePlusManuales MSDMayo ClinicEl Español.

Periodista con más de 20 años de experiencia, comprometido con la creación de contenidos de calidad y alto valor informativo. Su trabajo se basa en el rigor, la veracidad y el uso de fuentes siempre fiables y contrastadas.

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